BUENOS AIRES.- Los obispos argentinos denunciaron que la Iglesia Católica del país es víctima de una campaña en su contra en momentos en que dos religiosos han sido protagonistas de sendos escándalos por presuntos abusos sexuales.
La Conferencia Episcopal opinó en un comunicado que hoy recogen los medios de comunicación, que la "campaña" contra la Iglesia tiene como fin que "pierda la confiabilidad que le reconoce la sociedad" y deje "de exponer las consecuencias morales y sociales de sus principios".
La declaración se dio a conocer en momentos en que el sacerdote Julio Grassi, que preside la Fundación Felices los Niños, abocada al cuidado de chicos abandonados y de condición humilde, se encuentra detenido, acusado de "abuso deshonesto" y "corrupción de menores".
El otro caso que ha generado un escándalo es el del ex arzobispo de la ciudad de Santa Fe Edgardo Storni.
El religioso renunció en septiembre pasado a su cargo, dimisión que fue aceptada por el Vaticano, afectado por las repercusiones de las denuncias de presuntos abusos sexuales contra seminaristas, y es investigado por la justicia.
Tanto Grassi, denunciado por un programa de investigación de un canal de televisión y cuyo caso es seguido con el máximo interés por la opinión pública, como Storni aseguran que no son responsables de los cargos que se les imputan.
Los obispos argentinos se manifiestan en su comunicado admirados por la "cantidad y la perseverancia de los ataques con los que en el último tiempo se pretende desdibujar la imagen de la Iglesia", aunque no aluden directamente a la situación de los dos religiosos.
Al hallarse la Iglesia constituida por hombres también "está sujeta a la tentación del pecado", señala el comunicado, que constituye el primer pronunciamiento oficial de la institución católica desde que dos de sus miembros son centro de escándalos sexuales.
La Conferencia Episcopal agrega que la institución no le tiene "miedo" a la "verdad ni pretende ocultarla" y que "el mal que pueda existir en cualquiera de sus miembros amerita la correspondiente purificación para el bien del cuerpo entero".
Pero, a su entender, "esto no es excusa para que se emitan juicios condenatorios acerca de individuos o instituciones antes que, probado el caso, se expida el poder que corresponda".
"Lo contrario sería fundar exclusivamente en presunciones el agravio al buen nombre y a la fama de las personas", añade.
El comunicado está firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal, Estanislao Karlic, entre otros obispos.
