ASTANA, Kazajstán.- Después de un aterrizaje suave en la estepa de Kazajstán, dos cosmonautas rusos y un astronauta belga indicaron el domingo sentirse bien después de una permanencia de 10 días en la Estación Espacial Internacional.
La cápsula Soyuz de la tripulación aterrizó a unos 290 kilómetros al suroeste de Astana, al capital de Kazajstán, en una estepa donde la temperatura era de 14 grados centígrados.
Los hombres fueron llevados en helicópteros separados hacia el aeropuerto de Astana, donde iban a partir hacia la Ciudad Estelar, el centro ruso de entrenamiento de cosmonautas cerca de Moscú.
En el aeropuerto, las autoridades de Kazajstán y algunas niñas que vestían el atuendo tradicional los recibieron y les regalaron flores.
El primer ingeniero de vuelo belga Frank de Winne estuvo acompañado por el príncipe heredero de la
corona de Bélgica, Felipe, quien viajó al sitio del aterrizaje para saludar a su compatriota.
Los colegas rusos del astronauta belga, el capitán Sergei Zaletin y el segundo ingeniero de vuelo, Yuri Lonchakov, alabaron el trabajo de Winne.
"Ninguno de nosotros estaba tan bien enterado de las computadoras y del software especial como lo estaba Frank", dijo Zaletin, en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias rusa ITAR-Tass.
