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Carlos y Camilla, una turbulenta historia de amor

La pareja se conoce desde hace 35 años, durante los cuales sólo estuvo un corto período distanciada.

09 de Abril de 2005 | 13:18 | DPA
LONDRES.- En el registro civil de Windsor, una pareja madura recibió hoy su certificado de matrimonio. El príncipe Carlos de Inglaterra, de 56 años, y Camilla Parker Bowles, de 57, se conocen desde hace 35 años y durante todo ese tiempo sólo se distanciaron entre tres y cinco años.

La pregunta que mucha gente se hace una y otra vez, "¿Qué es lo que le ve?", es mucho más fácil de responder que aquella otra que se hace menos: "¿Por qué no se casó con ella al principio?".

A Carlos le gusta de Camilla todo aquello que echaba de menos en su primera esposa. En su opinión, Diana estaba demasiado ocupada consigo misma (600 pares de zapatos y 400 sombreros), lo ponían nervioso sus trastornos alimenticios y además se robaba la atención.

Camilla, en cambio, adora comer y "al contrario de Diana, no siente ni el menor deseo de ser el centro de atención", dijo un amigo de la pareja al "Daily Telegraph". "No es competencia para él. Y posiblemente sea su mejor terapeuta".

A ello se suma que Camilla tiene los mismos intereses que él. No habla cómo él a favor de los berros y el perejil, pero a veces tiene las uñas negras de trabajar en el jardín, le gustan los caballos, sabe maldecir y puede ocurrir que tras una jornada de caza se coloque sin duchar el vestido de noche.

La experta en la casa real de la BBC, Jennie Bond, habla además de un "poder de atracción casi animal". Sólo hay que recordar aquel deseo manifestado por Carlos de querer convertirse en su tampón...

Aquel diálogo conocido como "Camillagate", "el documento real más leído desde la Magna Carta", según "Los Angeles Times", tuvo como consecuencia que las islas Fiyi, ex colonias británicas, suspendieran las fiestas que realizaban cada año en honor al heredero.

¿Pero por qué entonces pasaron 35 años hasta el compromiso? Unos dicen que a principios de los años 70 Carlos dudó bastante. Otros aseguran que Camilla no quería casarse con él en aquel entonces, sino que sólo inició la relación para darle celos a su verdadero amor, Andrew Parker Bowles: éste estaba liado en aquel entonces con Ana, la hermana de Carlos.

Además, Camilla simplemente no reunía las condiciones apropiadas. El tío abuelo de Carlos, Lord Mountbatten, posteriormente asesinado, la calificó de "material ideal para convertirse en querida" y le dio al príncipe el siguiente consejo por escrito en 1974: "En un caso como el tuyo, un hombre debería (...) tener tantas relaciones como le sea posible. Pero como esposa debería buscar a una mujer apropiada y buena". Eso quería decir una virgen.

El príncipe hizo lo que le ordenaban y Camilla lo ayudó. El "ratoncito", como llamaba a la maestra de jardín de infantes Diana Spencer, era la mujer ideal para él. Carlos dudó, pero luego preguntó: "¿Quieres casarte conmigo?". "Sí, por favor", fue la respuesta.

Ante su amigo John Barrat admitió: "Nunca podría sentir por Diana lo que siento por Camilla". Diana se llevó a la luna de miel camisones transparentes. Carlos llevó su equipo de pesca y unos gemelos con las iniciales "C&C".

Lo demás es conocido. Tras algunos años, Carlos debió escuchar preguntas sobre si la llamativa coloración azul de su aleta nasal izquierda se debía a alguna reacción violenta de su mujer.

Asesinatos, complots y revoluciones nunca afectaron realmente a la monarquía británica en sus mil años de historia. Pero la vida sexual de sus protagonistas difundida en todos los canales de televisión y periódicos puso en peligro los fundamentos de la institución, que vive de su mito.

"Creo que el rey es sólo un hombre como yo", se decía ya en las obras de Shakespeare. Pero sólo a través del triángulo más conocido de la era moderna esta visión de la realeza se impuso realmente en la sociedad.

Camilla se divorció en 1995. Carlos, un año después. Pero de momento no cabía pensar en una nueva boda. Tras la muerte de Diana en accidente de tráfico en 1997, a Camilla le lanzaron un panecillo en un supermercado.

Pero poco a poco Carlos y Camilla se atrevieron a intentarlo: en 1999 aparecieron juntos en público por primera vez. En 2001 se produjo el primer beso en público. En 2002 murió la Reina Madre, la que ofrecía la mayor resistencia a una nueva boda de su nieto.

Cuando el 11 de febrero se comunicó el compromiso, sin embargo, fue una gran sorpresa.

En el futuro, Camilla será observada mucho más de cerca que hasta ahora y eso será una enorme carga para ella.
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