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Hillary Clinton aún no es candidata, pero ya está en "pole position"

Para muchos la ex primera dama estadounidense ya tiene todos los atributos de una candidata presidencial para los comicios de 2008.

25 de Junio de 2005 | 08:01 | AFP
WASHINGTON.- Una biografía que la ataca, un mensaje más moderado, una notoriedad incomparable: la ex primera dama estadounidense Hillary Clinton ya tiene todos los atributos de una candidata presidencial para los comicios de 2008, aunque oficiiialmente sólo pretenda un segundo mandato en el Senado, en las legislativas de 2006.

Ante los periodistas que a menudo le preguntan sobre sus aspiraciones a la Casa Blanca, Clinton simplemente ríe diplomáticamente. Ella prefiere mostrarse como senadora perseverante, al margen de las polémicas.

Mientras que el tono del debate político actual es particularmente agrio en Washington desde hace unos meses y mientras los demócratas conducen con éxito su oposición contra la administración del presidente George W. Bush -dejando en un punto muerto la reforma de la seguridad social y la nominación a la ONU de John Bolton-, Hillary Clinton se mantiene discreta.

Ella votó con los demócratas contra la administración y critica con severidad la estrategia seguida en Irak, pero evita cuidadosamente las exageraciones que conducen a la polémica.

Una verdadera candidata

La semana anterior, la ex primera dama hizo un tour por diversos programas de televisión junto con el jefe de la mayoría republicana, Bill Frist, mostrando un discurso de verdadera candidata presidencial.

"Cada vez que tengamos la oportunidad de trabajar juntos, lo haremos", prometió. "Estamos frente a dificultades reales (...) y hay que tratar de encontrar las soluciones", agregó, presentando junto a Frist un proyecto de sistematización de la información de salud.

De hecho, ya han transcurrido varios meses desde que la senadora cultiva una política de mano tendida a sus colegas republicanos, con tanto éxito que su notoriedad se ha convertido en un recurso real.

Por su parte, la senadora por Carolina del Sur, Lindsey Graham, relató esta semana en una gaceta parlamentaria las dificultades que tuvo el año pasado en lograr el apoyo a la causa de los reservistas, quienes deseaban ser mejor remunerados.

Pero cuando Clinton sumó su firma a la iniciativa, "fue como un tornado, los flashes no paraban de destellar porque éramos ella y yo", sostuvo Graham, añadiendo que el proyecto fue aprobado.

Esa tendencia a cooperar con los del campo de enfrente no puede sino sumar puntos en las eventuales ambiciones presidenciales de la senadora Clinton, quien es considerada izquierdista por el 54% de los estadounidenses entrevistados en un reciente sondeo de CNN.

Hace unos meses, intentó desprenderse de esa reputación al defender una posición sobre el aborto haciéndose pasar por moderada y convencida de la defensa de los derechos de la mujer. Fue sensación cuando calificó el aborto de "opción triste y trágica para muchas, muchas mujeres".

Los esfuerzos por cuidar su imagen podrían verse comprometidos con la publicación esta semana de un nuevo libro que ataca flancos débiles de la candidata, pero, paradójicamente, sobre todo refuerza su estatus de favorita de la competencia electoral.

"Creo que muchos conservadores temen que un ataque frontal contra la señora Clinton le atraiga simpatía y haga de ella una víctima", declaró el autor del libro Ed Kein al New York Times.
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