BUENOS AIRES.- El empresario Omar Chabán, principal acusado por el incendio de la disco Cromagnon que dejó 194 muertos en Buenos Aires, regresó la noche del jueves a prisión luego que un alto tribunal anuló el fallo que había dispuesto su excarcelación, informó una fuente judicial.
El dueño de la discoteca fue trasladado con fuerte custodia de la Prefectura Naval Argentina desde la casa donde estaba recluido, ubicada en una isla de la localidad de Tigre, hasta el penal bonaerense de Marcos Paz.
En mayo pasado, en un controvertido fallo que despertó la ira en los familiares de las víctimas de la tragedia del 30 de diciembre de 2004, el empresario había sido beneficiado con la excarcelación por la Cámara del Crimen.
Pero este jueves la Cámara de Casación anuló ese fallo al considerar altamente probable que Chabán pueda fugarse y el juez de instrucción Marcelo Lucini ordenó su detención.
De todos modos, el abogado de Chabán, Pedro D’Attoli, anunció que presentará un recurso extraordinario ante la Corte Suprema para evitar que permanezca en prisión.
"Está tranquilo y el sábado iré a visitarlo al penal", anticipó D’Attoli al ser consultado por la prensa sobre el estado del empresario.
El abogado José Iglesias, padre de un joven muerto en la disco y querellante en la causa, manifestó su acuerdo con la medida porque "evitará el riesgo de fuga" del empresario.
Chabán está procesado por el delito de homicilio simple de 194 personas con dolo eventual.
La tragedia conmocionó a los argentinos y puso en la picota al alcalde de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, a quien familiares de las víctimas acusan de negligencia por las serias irregularidades del local en materia de seguridad.
Ibarra fue suspendido por 120 días por la Legislatura porteña y afronta un juicio político que podría terminar con su destitución.
Paralelamente, el propio alcalde y funcionarios de su administración están siendo investigados por la justicia.
La noche del siniestro, la discoteca tenía su capacidad ampliamente colmada, la puerta de emergencia estaba cerrada con candado y había en el techo material altamente inflamable que ardió luego del encendido de una bengala por parte de uno de los fanáticos de la banda Callejeros que ofrecía un recital.
El lugar se transformó en una trampa mortal para los asistentes, la mayoría jóvenes y adolescentes, que murieron apilados delante de la estrecha puerta de salida asfixiados por los gases contaminantes.
