El Papa Benedicto XVI ofició la tradicional misa de Viernes Santo en el Vaticano.
AFP
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI encabezó la conmemoración del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro del Vaticano y al caer la noche presidirá el Vía Crucis en el Coliseo, en el centro de Roma.
Los cristianos conmemoran el Viernes Santo la muerte en la cruz de Jesús, y el domingo de Pascua recordarán su resurrección. Como manda la tradición, no ha sido el Papa quien pronunció la homilía, sino el predicador de la casa pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, en cuya plática pidió que se haga sitio a las mujeres en la sociedad.
"Ninguna mujer ha estado implicada, ni siquiera indirectamente, en la condena" de Jesús, dijo. "Las mujeres lo habían seguido por lo que era, por gratitud hacia el bien que habían recibido de él, y no con la esperanza de hacer carrera", argumentó.
La presencia de las mujeres alrededor de Jesús "contiene hoy en día una enseñanza vital para nosotros: nuestra civilización dominada por la tecnología necesita un corazón para que el hombre pueda sobrevivir. Debemos hacer sitio a las 'razones del corazón' si queremos evitar que nuestro planeta, mientras se calienta físicamente, se sumerja espiritualmente en una era glacial", comentó el padre Cantalamessa.
A las 15:15 horas de Chile se espera que miles de personas participen en el Vía Crucis del Coliseo. El propio Benedicto XVI cargará con la cruz en la primera y la última de las catorce estaciones que forman el Vía Crucis, con el cual se reconstituye el recorrido que hizo Cristo antes de ser crucificado, según las escrituras.
En las otras estaciones tomarán el relevo jóvenes europeos, africanos y asiáticos. Las meditaciones que acompañarán el camino de la cruz otorgan asimismo un gran protagonismo al comportamiento de las mujeres en la muerte de Jesús.
