LOS ÁNGELES.- Un voraz incendio forestal avanzó ayer, martes, hacia las afueras de una comunidad del norte de Los Ángeles, dejando dos bomberos heridos y obligando a más de 400 personas a huir de sus hogares.
El siniestro comenzó por la mañana y había consumido cerca de 2.400 hectáreas de matorrales para comienzos de la tarde.
Las autoridades dijeron que las llamas avanzaban hacia las afueras de Moorpark, una comunidad de 40 mil personas ubicada a 48 kilómetros al norte de Los Ángeles.
"Arde muy rápido debido al calor y la baja humedad. El incendio se desplaza con velocidad", dijo el portavoz de los bomberos del Condado de Ventura, Tom Krushchke.Dos bomberos fueron tratados por inhalar humo y el motivo del incendio está bajo investigación.
"Ahora estamos a merced de la Madre Naturaleza. Tendremos que ver qué hacen los vientos", declaró. "El reporte más reciente que tengo del lugar es que los vientos no son tan fuertes como antes, pero se prevé que persistan por un tiempo", agregó.
Cerca de 400 personas recibieron la orden de evacuar, principalmente desde varias propiedades en el lugar, y el ganado y otros animales estaban siendo trasladados fuera del camino de las llamas.Krushchke dijo que los campos petroleros eran amenazados por el incendio, que era combatido por 400 bomberos junto a ocho aviones cisternas y cuatro helicópteros.
"Estamos realizando un ataque aéreo realmente agresivo", declaró. "Esperamos que podamos contener la amenaza que representa para Moonpark", añadió.
El incendio es uno de cuatro que se conocen en el sur de California, mientras las temperaturas superan los 37,8 grados centígrados y los estacionales vientos de Santa Ana ganan fuerza, lanzado aire cálido a través de zonas silvestres de arbustos secos.
Los bomberos también observan un incendio en Station, que ha consumido más de 64.750 hectáreas -el décimo más grande en la historia de California- y 100 millones de dólares en su lucha, desde que comenzó el 26 de agosto en una zona montañosa sobre Los Ángeles y suburbios cercanos.
Funcionarios dijeron que están preocupados de que los cálidos vientos y las altas temperaturas puedan llevar a los incendios a recuperar su fuerza.
