KALAPATTAR.- El gobierno nepalí mantuvo el viernes una reunión ministerial excepcional en el monte Everest, a una altitud de 5.262 metros, para llamar la atención sobre las consecuencias del cambio climático en el Himalaya, a tres días del inicio de la conferencia del clima en Copenhague.
Equipados con bombonas de oxígeno y espesos anoraks, el primer ministro nepalí, Madhav Kumar Nepal, y sus 22 ministros llegaron en helicóptero a la meseta de Kalapattar, situada en la montaña más alta del mundo (8.848 metros).
Tras participar en la oración tradicional de un sherpa, el gabinete aprobó el discurso que el primer ministro leerá durante la Conferencia de la ONU sobre el Clima que tendrá lugar del 7 al 18 de diciembre en la capital danesa, según la imágenes retransmitidas por la televisión.
Los ministros, abrigados con bufandas en las que podía leerse "Salvemos el Himalaya", se reunieron durante unos 20 minutos.
El término de la reunión, la viceprimer ministra Sujata Koirala declaró que Nepal pedirá a los países ricos que contribuyan con el 1,5% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la lucha de los países en vías de desarrollo contra el calentamiento global.
"Decidimos que los países desarrollados deben pagar a los países pobres porque estamos sufriendo las consecuencias de los gases de efecto invernadero que ellos emitieron. Es una petición destinada a proteger a las generaciones futuras", afirmó.
Según los científicos, los glaciares del Himalaya se deshielan a una velocidad alarmante, provocando la formación de inmensos lagos que amenazan con desbordarse e inundar las aldeas que se encuentran a un nivel más bajo.
Los expertos consideran que los glaciares podrían desaparecer en pocas décadas y provocar fenómenos de sequía que pueden afectar a varios países de Asia, donde 1.300 millones de personas dependen de los ríos que nacen en la cordillera del Himalaya.
"Es un hecho que los glaciares se están derritiendo debido al calentamiento global. Se ha convertido en una cuestión crítica y queremos llamar la atención del mundo sobre ella", declaró a la AFP el ministro nepalí de Medio Ambiente, Thakur Prasad Sharma.
Una multitud de monjes budistas vestidos con túnicas de color azafrán se reunió en el pequeño asentamiento de Syangboche, tocando tambores y platillos tradicionales, para recibir a los ministros a su regreso al helipuerto más alto del planeta.
"Para nosotros, la Naturaleza es Dios. Pero no estamos tratando a nuestro Dios de forma justa y por ese motivo enfrentamos problemas. El año pasado aquí no hubo lluvia ni nieve y las temperaturas suben cada año", afirma el monje budista Nawang Tenge, de 46 años.
Los científicos se alarman por el aumento de las temperaturas en Nepal, que sube a un ritmo mucho más elevado que la media mundial.
El año pasado, el país vivió su invierno más seco en 40 años, lo que por la primera vez ocasionó inmensos incendios forestales y arruinó completamente las cosechas que dependen de las lluvias invernales.