WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, agradeció hoy al Primer Ministro británico David Cameron y al rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abelaziz, la cooperación de sus países para abortar un complot terrorista contra la nación norteamericana.
Obama destacó que la "estrecha cooperación" entre EE.UU., el Reino Unido y otros socios internacionales permitió interceptar dos paquetes con explosivos destinados a dos sinagogas en Chicago.
En su conversación con Cameron, el Presidente expresó su agradecimiento por la "profesionalismo" de los servicios británicos involucrados "en el esfuerzo conjunto para poner fin a esta trama", indicó la Casa Blanca por medio de un comunicado.
Obama agradeció además al rey Abdalá por el papel "crítico" que tuvieron los servicios antiterroristas saudíes, advirtiendo sobre este intento de ataque.
Además destacó la "profunda y duradera" relación entre ambos países.
El Mandatario también señaló la importancia de dar un "apoyo total" al Primer Ministro libanés Saad Hariri, hijo del ex Premier Rafic Hariri, asesinado en 2005, así como al Tribunal Especial para El Líbano, apoyado por la ONU.
El asesor para la lucha contra el terrorismo de la Casa Blanca, John Brennan, ha estado en contacto frecuente con su homólogo británico y "seguirá haciéndolo a medida que trabajemos juntos para prevenir y desbaratar los futuros esfuerzos para atacar a nuestros ciudadanos".
Las autoridades interceptaron el viernes dos paquetes con explosivos procedentes de Yemen, en aviones de carga que provenían del Reino Unido y Dubái, con destino a dos sinagogas de Chicago.
Los paquetes fueron localizados en aviones de carga, antes de llegar a Estados Unidos.
El primero fue descubierto en un avión de la firma UPS en el aeropuerto de East Midlands, en el Reino Unido, mientras que el segundo apareció después en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos.
El Presidente, Barack Obama, afirmó en una breve comparecencia el viernes que los paquetes sospechosos en ruta a Estados Unidos contenían material explosivo y la amenaza que representaban contra el pueblo estadounidense era "creíble".
