Los cazas F-22 tienen capacidad de eludir radares.
AFPWASHINGTON.- Estados Unidos envió este domingo a Corea del Sur aviones de combate F-22, los más modernos de su arsenal en tareas de superioridad aérea, para que se sumen a los ejercicios militares que se llevan a cabo en la península.
El despliegue fue considerado como una demostración del compromiso de Washington de defender a su aliado ante la escalada de amenazas de Corea del Norte.
Los F-22, aviones de avanzada que pueden evadir radares, llegaron a la principal base de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) en Surcorea para apoyar los ejercicios bilaterales.
Así lo confirmó el comando militar estadounidense en un comunicado en el que instó a Corea del Norte a abstenerse de actuar.
"(Corea del Norte) no logrará nada con amenazas y provocaciones, que sólo la aislarán y perjudicarán los esfuerzos internacionales para asegurar la paz y estabilidad en el noreste de Asia", dijo el comando de EE.UU. en un comunicado.
La tensión en la zona ha crecido desde que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó pruebas de misiles y de armamento nuclear que violó las sanciones de Naciones Unidas e ignoró las advertencias de su mayor aliado, China.
El régimen comunista se declaró en "estado de guerra" contra su vecino del sur.
Este domingo, las autoridades de Corea del Sur informaron que se mantendrán durante el mes de abril los ejercicios militares combinados con fuerzas de Estados Unidos, con el objetivo de hacer frente a "provocaciones" desde el Norte.
Poderoso despliegue aéreo
Los F-22 "Raptor", fabricados por la firma Lockheed Martin, son aparatos de quinta generación que entraron en servicio en la USAF en 2005. Tienen capacidad stealth, lo que le permite eludir la detección electrónica.
Anteriormente, EE.UU. ha enviado hasta la península otros dos ejemplos de su tecnología aérea: los bombarderos B-2, que también tienen capacidad furtiva, y los antiguos y gigantescos octomotores B-52, que transportan gran cantidad de bombas y misiles.
Los ejercicios conjuntos han sido considerados por el régimen de Kim Jong-un como la preparación para una posible invasión de su territorio, lo que es negado por el Pentágono y Seúl.
