SOMA.- Al menos 166 mineros perecieron y centenares siguen atrapados bajo tierra tras producirse una explosión y un incendio en una mina del oeste de Turquía, según un nuevo balance oficial comunicado este miércoles por el ministro turco de Energía.
Las operaciones de búsqueda continuaban por la noche, tras el desastre ocurrido la tarde del martes. Unas 400 personas siguen atrapadas y cuatro de los rescatados están heridos de gravedad, detalló el ministro Taner Yildiz.
La agencia turca de gestión de desastres (AFAD) dio antes un balance de 17 muertos, 11 heridos y más de 200 atrapados a más de 2 km de profundidad.
La explosión habría sido causada por una falla eléctrica en un transformador, alrededor de las 12:30 horas GMT. El accidente causó el derrumbe de las galerías.
Muchos de los mineros lograron escapar, pero otros quedaron atrapados en una parte aislada, explicó un responsable de la mina que prefirió guardar anonimato.
En medio de la noche, cientos de socorristas sacaban poco a poco a los heridos, muchos de ellos aquejados de problemas respiratorios. A su alrededor, cientos de colegas y familiares esperaban angustiados noticias de sus allegados.
"Estoy esperando noticias de mi hijo desde el comienzo de la tarde", declaró una mujer de unos 50 años, Sena Isbiler.
"Cuatro equipos de socorro están trabajando actualmente en la mina. El problema es el fuego, pero hemos enviado oxígeno a las galerías que no fueron afectadas", dijo a la prensa el ministro turco de Energía, Taner Yildiz, desde el lugar del accidente.
El ministerio turco de Trabajo y Seguridad Social indicó que la mina fue inspeccionada por última vez el 17 de marzo, y que aplicaba las normas en vigor.
"No hay ninguna seguridad en esta mina. Los sindicatos no son más que marionetas y la dirección sólo piensa en el dinero", dijo sin embargo uno de los mineros, Oktay Berrin.
Vedat Didari, especialista de la industria minera, explicó que el principal riesgo es la falta de oxígeno.
"Si los ventiladores no funcionan, los mineros pueden morir en una hora", dijo Didari, de la Universidad Bulent Ecevit de Zonguldak.
Las explosiones en las minas de carbón son comunes en Turquía, principalmente en el sector privado, en donde, a menudo, no se respetan las reglas de seguridad.
El distrito de Soma, que tiene alrededor de 100.000 habitantes, es uno de los principales centros de extracción de lignito (carbón fósil), la principal actividad de la región.
