GRABOVE.- Expertos holandeses y policías australianos, acompañados por os observadores militares de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), anularon el domingo una visita al lugar donde fue derribado el avión de Malaysia Airlines, ante la persistencia de combates entre ejército ucraniano y separatistas prorrusos en esa zona oriental.
En Gorlivka, uno de los bastiones de los separatistas, a unos 45 kilómetros al norte de Donetsk, trece civiles murieron el domingo, entre los cuales dos niños, alcanzados posiblemente por disparos de lanzacohetes múltiples Grad.
Los disparos de artillería se oían también en las cercanías del lugar del impacto del avión, a unos 60 km de Donetsk, y se desprendía un humo negro, según observó un fotógrafo de la AFP. Este vio a gente huyendo y un puesto de control abandonado por los insurgentes.
Diez días después del derribo del Boeing 777 de Malaysia Airlines que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur con 298 personas a bordo, sigue habiendo restos de parte de los cuerpos y del avión desperdigados por la zona a la que los inspectores no tienen más que un acceso limitado.
Treinta expertos forenses holandeses y un equipo de policías no armados de este país y de Australia se disponían el domingo a visitar el lugar por la mañana. Pero tuvieron que renunciar por motivos de seguridad.
"Sigue habiendo combates. No podemos arriesgarnos", dijo Alexander Hug, subdirector de la misión especial en Ucrania de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que supervisaba el viaje.
"Las condiciones de seguridad de camino al lugar y en el lugar en sí son inaceptables para una misión de observadores no armado", añadió, y señaló que podrían intentar hacerlo el lunes.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, aseguró por su parte que el envío de una misión militar internacional para garantizar la seguridad en la zona "no es realista" de momento, dada la fuerte presencia armada de separatistas en esta región cercana a la frontera rusa.
Un portavoz militar ucraniano aseguró que el ejército no estaba combatiendo cerca del lugar de la catástrofe, a diferencia, según Kiev, de los separatistas.
"¿Están los terroristas destruyendo pruebas de su crimen?", escribió en su cuenta Twitter el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Pavlo Klimlin.
Kiev y los Occidentales acusan a los insurgentes prorrusos y a sus protectores en el Kremlin del derribo del avión.