Marina Silva y Dilma Rousseff participaron en el debate televisivo efectuado este martes.
AgenciasSAO PAULO.- La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, enfrentó duros cuestionamientos este martes durante el primer debate presidencial realizado en ese país lanzados por sus competidores, principalmente Marina Silva, postulante ecologista que sucedió al fallecido Eduardo Campos y quien asciende en las encuestas.
"Tenemos que combatir la polarización entre el Partido de los Trabajadores (PT, de Rousseff) y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, de Neves), que ya dio lo que tenía que dar", señaló la candidata durante el primer debate que reunió a los principales aspirantes a encabezar el Ejecutivo.
Silva, a quien dos encuestas señalaron como favorita para vencer a Rousseff en una probable segunda vuelta, aseguró que, en vez de apostar a la "vieja polarización" de la "vieja política", si triunfa se propone gobernar de manera "multisectorial" con "los mejores" de cada uno de los partidos.
"Hay personas buenas en todos los partidos, pero están en el banco de reservas. Vamos a hacer una nueva selección", afirmó, en una referencia futbolística en la que aludió tangencialmente a los mediocres resultados obtenidos por el plantel local en el último Mundial.
"Precisamos unir a Brasil y acabar con la polarización", afirmó.
También arremetió contra lo que consideró como una visión demasiado optimista de la realidad brasileña presentada por Rousseff.
"Su primer error es que ella no reconoce que los problemas existen. Ese Brasil colorido y cinematográfico que la Presidenta nos presenta no existe en la vida de las personas", aseveró.
El debate, realizado por la red Bandeirantes, se llevó a cabo mientra un nuevo sondeo de intención de voto muestra que Silva ganaría la presidencia con 45% de apoyo en una segunda vuelta.
La encuesta del Instituto Ibope previó que Rousseff sería la más votada el próximo 5 de octubre con 34% de los votos, seguida por Silva con 29% y por el socialdemócrata Aécio Neves con 19%.
En el balotaje, en tanto, Silva se impondría con 45% frente a 36% de la actual Presidenta.
Polémica por puerto en Cuba
Rousseff fue interrogada sobre el crédito concedido para la construcción de un puerto en Cuba, pese a que la economía brasileña enfrenta crecientes problemas.
La actual Mandataria afirmó que el financiamiento ofrecido a proyectos en diversos países latinoamericanos está condicionado a la participación de empresas brasileñas en las obras y en el abastecimiento de los materiales, por lo que, en su opinión, genera renta y empleo para Brasil.
"Brasil tiene condiciones para hacer una política de apoyo a América Latina que beneficia al país y a sus empresas", afirmó durante la emisión realizada por la red de televisión Bandeirantes.
"Considero que las relaciones internacionales pasan por una política en la que Brasil asume la responsabilidad de ser la mayor potencia regional de América Latina", agregó.
Rousseff respondió así a una de las preguntas del candidato socialcristiano y pastor evangélico Everaldo Pereira, quien cuestionó a la actual jefa de Estado por financiar un proyecto que "favorece a la dictadura cubana", según dijo.
De los 957 millones de dólares previstos para la Terminal de Contenedores del puerto del Mariel, Brasil aportó 682 millones de dólares de financiación provenientes del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes).
