Iguala permanece bajo férreo control de fuerzas federales mientras se determina la suerte de 43 estudiantes desaparecidos.
ReutersIGUALA.- Tropas del Ejército federal y policías tomaron el control de Iguala, al sur del país, mientras se esclarece la suerte de 43 estudiantes que desaparecieron y que se teme fueron víctimas de un caso de asesinato masivo que ha conmovido a ese país.
La seguridad de la ciudad, que tiene 140 mil habitantes, está en manos de unos 400 miembros del cuerpo especial de Gendarmería, que entró en funcionamiento apenas en agosto, quienes son apoyados por militares.
Tras su llegada, los soldados desarmaron a los policías municipales que aún estaban en activo. Los agentes serán trasladados a una base militar y sus armas serán examinadas.
El rastro de los alumnos es un misterio desde hace diez días. En las últimas horas se informó el hallazgo de al menos 28 cadáveres sepultados en la zona.
Las autoridades temen que algunos de los desapaecidos estén entre los cuerpos encontrados en las fosas clandestinas el fin de semana pasado. No obstante, los peritajes todavía no concluían este lunes en la noche.
Los familiares de los jóvenes se resisten a creer que estén muertos y exigen al Gobierno activar pesquisas para encontrarlos.
Interrogatorio de policías
Tras la aparición de las fosas el Presidente, Enrique Peña Nieto, se comprometió en un discurso a castigar a los responsables y calificó el hecho como "indignante, doloroso e inaceptable".
No cabe "el más mínimo resquicio para la impunidad", subrayó el Mandatario.
El caso también generó reclamos de Naciones Unidas a las autoridades.
Durante las investigaciones, la fiscalía de Guerrero interrogó a 143 policías y detuvo a 22 de ellos, acusados de colaborar con sicarios del cartel narcotraficante Guerreros Unidos en la desaparición de los estudiantes.
Los estudiantes están desaparecidos desde la noche del 26 de septiembre, cuando policías y narcotraficantes abrieron fuego contra varios autobuses de los que se habían apoderado los alumnos para regresar a su escuela.
En los tiroteos murieron seis personas, incluidos tres estudiantes, y se reportó la desaparición de 43 alumnos, muchos de los cuales fueron vistos por última vez a bordo de patrulleras policiales.