MONROVIA.- Funcionarios liberianos han solicitado a enfermeras y médicos asistentes que se presenten a trabajar el lunes, en medio de una disputa sobre los pagos por condiciones de vida peligrosas que ha llevado a llamados de huelga en la mitad de la epidemia de ébola.
Una paralización podría significar un duro revés en la lucha contra el ébola en Liberia, donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha registrado más de 2.300 muertes -confirmadas, sospechosas y probables- a causa de la enfermedad, más que en cualquier otro país.
Ayer, la Presidenta Ellen Johnson Sirleaf recorrió personalmente las unidades de tratamiento de ébola en los alrededores de Monrovia, pidiéndoles a los trabajadores de la salud que permanezcan en sus puestos, según reveló hoy Tolbert Nyenswah, asistente del ministro de Salud.
"Todos están apelando, porque (una huelga) tiene consecuencias adversas y muy negativas para las personas que sufren de ébola y los progresos que se han hecho con la lucha", sostuvo Nyenswah.
Los miembros de la Asociación Nacional de Trabajadores de la Salud solicitan que se les pague 700 dólares mensuales como pago por condiciones de vida peligrosas, cifra que es un complemento a los salarios mensuales que generalmente son de entre 200 y 300 dólares. Actualmente, el pago mensual por condiciones de vida peligrosas es de menos de 500 dólares.
La Asociación cuenta con más 10.000 miembros, de los cuales sólo cerca de 1.000 se encuentran trabajando en recintos donde hay pacientes infectados con ébola, según ha informado el Ministerio de Salud liberiano.
El secretario general de la Asociación, George Williams, señaló que esperan que el gobierno acoja sus demandas.
"Hasta este momento, nadie se ha acercado para resolverlas, de manera que la huelga se mantiene para el lunes", dijo. "Nuestras puertas todavía están abiertas a las negociaciones y estamos esperando", agregó.
Williams acusó al gobierno de estar otorgando licencias de forma apresurada a los estudiantes de enfermería, para que reemplacen a los profesionales que se acojan a la huelga.
"Están planeando contratar a personas para que tomen nuestros puestos", aseguró.
Más de 4.000 personas han muerto a causa del actual brote de ébola, según datos de la OMS publicados el viernes.
La enfermedad es contagiada a través de los fluidos corporales de las personas infectadas y es por esto que los trabajadores de la salud son especialmente vulnerables. De hecho, más de 400 funcionarios han contraído la enfermedad, de los cuales cerca de la mitad son de Liberia donde los equipos de protección son escasos. Tanto en Liberia como en Sierra Leona se han registrado 95 muertes de trabajadores de la salud.
Cuando los primeros casos de ébola fueron confirmados en marzo en Guinea, Liberia acordó pagar 700 dólares mensuales por condiciones de vida peligrosas, porque sólo habían dos centros de tratamiento y muy pocos trabajadores de la salud involucrados, explicó Nyenswah.
Sin embargo, como la epidemia y los esfuerzos para detenerla se han expandido, el compromiso adquirido implica "una enorme carga financiera para el Estado", agregó.
El gobierno bajó entonces el monto del complemento a 435 dólares mensuales. Comparativamente, los médicos reciben al menos 825 dólares mensuales como pago por condiciones de vida peligrosas y sus salarios ascienden a más del doble de la mayoría de los trabajadores de la salud, dijo Nyenswah.
Los liberianos se manifestaron alarmados ante la posibilidad de una huelga, afirmando que podría ser un revés para la campaña contra el ébola.
Georgia Moulton, directora del Instituto Ronald Reagan, una guardería y escuela primaria en el suburbio de Bardnersville en Monrovia, pidió al gobierno que negocie con los trabajadores de salud para que éstos se mantengan en sus puestos.
"Si dejan sus trabajos, los pacientes también se comenzarán a ir", sostuvo.
Por su parte, el pastor pentecostal Kortu Brown, vice presidente del Consejo de Iglesias de Liberia, les pidió a los líderes que "recen y trabajen juntos" para resolver el conflicto.