TEL AVIV.- Israel anunció este lunes la construcción de otras 1.000 viviendas en barrios árabes de Jerusalén oriental.
Se trata de unas 400 casas en Homa y otras 600 en Har Shlomo, según informaron desde la oficina del Primer Ministro, Benjamin Netanyahu.
Ambas zonas son de las que Israel denomina "barrios" de Jerusalén porque entran dentro de las fronteras municipales trazadas por el país.
Sin embargo, la comunidad internacional las considera asentamientos judíos porque fueron construidos en tierra de Cisjordania más allá de la "línea verde" que separa Israel y el territorio ocupado palestino.
Además, señalaron que hay planes adicionales sobre proyectos de infraestructura en Cisjordania, que incluirían la construcción de doce carreteras que podrán ser utilizadas por los palestinos.
La confirmación se produjo después de que el canal 2 de la televisión israelí informara en la noche del domingo sobre un acuerdo que Netanyahu habría alcanzado la semana pasada con el ministro de economía Naftali Bennett, del partido Casa Judía de extrema derecha, para garantizar la estabilidad de la coalición de gobierno.
Al parecer ese acuerdo prevé la construcción de más de 2 mil nuevas viviendas en Jerusalén Este y en Cisjordania y 12 carreteras pavimentadas.
La encargada de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, advirtió a Israel que no siga avanzando con ese tipo de proyectos y comunicó que solicitó información adicional.
"Si se confirma una decisión de este tipo, despertará otra vez serios recelos sobre el compromiso de Israel con una solución negociada con los palestinos", explicó una portavoz.
El Gobierno en Jerusalén debe considerar que la evolución futura de las relaciones entre la UE e Israel depende del compromiso israelí con una paz duradera sobre la base de una solución de dos estados. Hacer nuevos proyectos de colonias no sería sabio y tampoco es el momento, agregó.
A comienzos de octubre Israel ya anunció planes para construir 2.600 viviendas en una zona especialmente sensible de Jerusalén oriental.
La construcción continua de asentamientos por parte de Israel ha desatado críticas internacionales. Muchas organizaciones judías apoyan financieramente los asentamientos en Jerusalén oriental.
Los habitantes árabes de Jerusalén denuncian además que apenas reciben autorizaciones para construir en la zona que reclaman como capital de su futuro Estado. Los palestinos denuncian además que Israel quiere separarlos sistemáticamente de Cisjordania.