LOS ÁNGELES.- Las autoridades siguieron la pista hasta una casa en el sur de California el sábado al dueño de una camioneta deportiva que una noche atropelló y mató a tres adolescentes que pedían dulces, pero en el lugar vivía otra persona.
El vehículo Honda negro no tenía reporte de haber sido robado. Los detectives pretenden determinar dónde se encontraba el dueño de la camioneta y quién la manejaba a gran velocidad al momento de arrollar a las víctimas, entre ellas dos gemelas, que habían salido para participar en la noche de brujas, en la que chicos piden golosinas de casa en casa. Las hermanas eran Lexi y Lexandra Pérez, y la tercera víctima se llamaba Andrea González, de acuerdo con el Departamento de Policía del condado Orange.
La camioneta fue abandonada a corta distancia de donde ocurrió la tragedia. La policía buscaba a dos hombres que viajaban en el vehículo que arrolló a las adolescentes, dijo el jefe de la policía, Carlos Rojas, en conferencia de prensa.
"En este momento desconocemos dónde vive el dueño (del vehículo)", declaró el portavoz del Departamento de Policía de Santa Ana, Anthony Bertagna.
Las adolescentes de 13 años llevaban disfraces y bolsas con dulces en un cruce peatonal cerca de una escuela primaria en Santa Ana al momento de ser arrolladas por una camioneta deportiva con dos individuos dentro alrededor de las 6:45 de la tarde del viernes, informaron autoridades de la policía y los bomberos.
Dos de ellas fallecieron al instante mientras que la tercera murió cuando los paramédicos se preparaban para trasladarla a un hospital, dijo el capitán de bomberos del condado Orange, Steve Concialdi.
La parte frontal de la camioneta quedó seriamente dañada, declaró Bertagna. Las autoridades buscan imágenes de cámaras de vigilancia de los dueños de inmuebles cercanos al tiempo que entrevistan a testigos. Los investigadores también recogieron pruebas de la camioneta, como huellas dactilares y muestras de ADN, agregó.
"Era noche de brujas. Había muchas personas en las calles", declaró Bertagna. "Estos personas abandonaron el vehículo. ¿Llamaron a alguien para que los recogiera? ¿Vivían en el vecindario? ¿Se escondieron en alguna casa?", agregó.
Sharon Stewart, estilista que trabaja en una peluquería cerca del lugar del incidente, dijo al periódico Los Angeles Times que comía afuera del negocio cuando escuchó el ruido como "de un terrible choque automovilístico. Un par de golpes secos".
"Después escuché que alguien lloraba. Volteé, vi que un coche se iba y personas gritando. Pensé que se trataba de un vehículo que había atropellado a alguien y emprendía la huida", declaró.
La camioneta pasó cerca de Stewart, quien tomó su auto y la siguió. Stewart dijo haber visto a un hombre joven que huía corriendo del lugar y escuchó cuando gritaba a quien ella pensó iba con él.
"Yo sólo vi a un joven, pero sé que lo acompañaba alguien más", dijo.
Santa Ana se ubica a unos 48 kilómetros (30 millas) al sureste del centro de Los Angeles.
También el viernes, las autoridades en el estado de Washington informaron que dos niñas de siete años y una mujer de 20 resultaron heridas de gravedad al ser atropelladas por un vehículo en Vancouver, cuando pedían golosinas durante la noche de Halloween.
En el estado de Nueva York, un niño de tres años murió y una adolescente de 16 resultó herida de gravedad también al ser atropellados en la noche. La policía informó que el conductor de vehículo está cooperando con las autoridades y por el momento no le han levantado cargos.