SANTIAGO.- A partir de hoy los chilenos pueden conocer por primera vez los "Artefactos Visuales" del antipoeta Nicanor Parra, en una exposición inaugurada anoche en Santiago con la presencia del autor, de 86 años.
Varios centenares de personas asistieron al acto, celebrado en la sala de arte de la Fundación Telefónica, que el pasado mayo patrocinó la presentación de la misma muestra en Madrid.
Según subrayó el autor de "Poemas y Antipoemas" y "Hojas de Parra", entre otras obras, la exposición "es y no es" la misma de Madrid, y atribuyó las posibles variaciones a quienes actuaron como curadores: su hija Colombina, Hernán Edwards y Marcial Cortés Monroy.
"Los posibles aciertos se deben exclusivamente a ellos, que son arquitectos multidimensionales, los errores y horrores, que los hay -nadie es perfecto-, os suplico cargarlos a mi cuenta", subrayó Parra en una breve intervención, de sólo tres minutos.
Presentaron la muestra Bruno Philippi, presidente de Telefónica CTC Chile; el rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, y el director de Cultura del Ministerio chileno de Educación, Claudio Di Girólamo.
Los "artefactos visuales" y "trabajos prácticos", de los que se exponen 267, elaborados en base a objetos cotidianos y vistos en una perspectiva insólita, revelan una faceta poco común de Parra, que además de ser el creador de la antipoesía ha ganado elogios como traductor de Shakespeare.
La propuesta consiste en una serie de textos muy breves -artefactos- acompañados de imágenes en las que el eslogan publicitario, símbolo del consumismo, es vapuleado desde sus raíces.
En botellas, cacerolas, máquinas de coser, ataúdes, estatuas, teteras, planchas y un sinfín de otros objetos, Parra presenta una nueva concepción del arte que exhibe el debate existente frente a la ciencia, la política, la religión, la sexualidad y la economía de mercado.
Los críticos han definido esta faceta de Parra como la subversión del engendro visual, en una época en la que las voces de protesta descansan bajo el apacible manto de la mansedumbre globalizadora.
También los artefactos visuales pueden definirse como una variante de los antipoemas, que le han dado a Parra el reconocimiento universal.
Los antipoemas son, en esencia, la respuesta a una época en la que ya no se pueden recitar las alabanzas de la naturaleza, ni celebrar al hombre, ni glorificar la divinidad, porque todo se ha vuelto problemático y difuso, comenzando por el lenguaje.
La exposición es el centro de una serie de actividades en homenaje a Nicanor Parra, que se prolongarán hasta el próximo 12 de agosto bajo el nombre de "Antiparra Productions", y que incluyen recitales de poesía, representaciones teatrales y musicales basadas en la obra del antipoeta, así como un coloquio internacional de escritores e intelectuales.
El título "Antiparra Productions" es una idea del propio Parra, que la definió como una "organización con fines de lucro".
"De lo que se trata es borrar a Parra del mapa. La voluntad del muerto que se cumpla. Comenzaremos quemando sus manuscritos. ¿Alguno de ustedes anda con fósforos?", afirmó.
El objetivo del ciclo, según los organizadores, es hacer una lectura actual de la obra de Parra, gracias a un recorrido por su trayectoria y hacer un reconocimiento a su figura, enriquecer el acervo patrimonial del autor y producir un diálogo a través de diferentes disciplinas artísticas.
