Todo el tiempo que dice haber perdido, ahora queda igualado: el guitarrista edita casi cuatro horas de jazz en simultáneo.
El músico está trabajando duro en el proyecto de lanzar tres discos. |
Íñigo Díaz
Jazz friends es el título del primero en la serie de álbumes que prepara Ricardo Arancibia. Tiene un doble significado: adentro hay grabaciones con un grueso contingente de amigos en el jazz. Pero también fonéticamente se parece al standard "Just friends" (Klemmer & Lewi), la melodía que abrió ojos y oídos de Arancibia cuando escuchó por primera vez al guitarrista Pat Martino.
Una persona creativa
"Quedé absolutamente impresionado con lo que hizo al improvisar sobre esas líneas tan simples y bellas. Tenía un sonido pastoso, con uñeta de madera y cuerdas de gran grosor. Yo era un adolescente y cuando escuché esa grabación me dije: ‘Si él puede hacerlo, yo también puedo’. Me puse a estudiar".
Ricardo Arancibia nació en Viña del Mar hace 49 años. Su acento no denota el
tempo playero, sino más bien el de un "gringo" de paso. Desde los 17 años vivió en Stanford y se adiestró en la guitarra y la improvisación. Tocó en su primera
jam session frente a un público de color en New Haven y luego probó suerte en Nueva York. Está de vuelta definitivamente en Chile desde 2000, encabezando bandas eléctricas. La más nueva es la que presentó en el Festival Providencia Jazz este verano, junto a dos de sus alumnos: Samuel Concha (bajo) y Ramón Plaza (batería). Y su último proyecto es lanzar simultáneamente tres discos.
"Alguna vez perdí demasiado tiempo en la música. Ni siquiera me considero músico, sino una persona creativa. Me pasé un año entero dibujando. Mi primera disciplina artística estaba frente al papel. Ahora estoy trabajando duro en este proyecto para recuperar el tiempo que se extravió".
A la fusión y el bop de
Jazz friends siguen
One day y
Reencuentro. El primero convoca a un grupo donde el invitado estelar es nada menos que el guitarrista Mike Stern (
sideman de Miles Davis), a quien Arancibia teloneó en 1999 y luego invitó al estudio: "Tocó una pieza mía (‘Bye bye’) y ‘Blue bossa’ en total cámara lenta. Genial".
Además, están Sheryl Bailey (guitarra) y los chilenos Marcos y Melissa Aldana (saxos), Christian Gálvez e Igor Saavedra (bajos), y Alejandro Espinosa y Daniel Rodríguez (baterías).
One day, más ácido, una extensión del primero, "es lo que quedó fuera, y se llama así porque fue una maratón en el estudio".
En el nombre del…
El disco más íntimo es
Reencuentro, una placa en la que su trío hace el soporte de la estrella invitada: Ricardo Arancibia del Canto, su padre, el llamado "fantasista del violín". El mismo que apareció fugazmente en la noche inaugural del festival veraniego en el Parque de las Esculturas desarrollando solos sobre "Autumn leaves".
"Gracias a mi padre, que olvidó una guitarra en casa durante una gira, comencé a tocar. Pero nunca nos habíamos dado la oportunidad de actuar juntos. ¿Por qué? Ni idea. Ahora concretamos este reencuentro musical en un disco que voy a querer mucho".
