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Santana hizo vibrar a un repleto Movistar Arena

Cerca de 2 horas y media duró el recital del guitarrista mexicano, donde repasó sus 40 años de trayectoria. "Ahora que no hay televisión, podemos tocar hasta cuando queramos", dijo.

28 de Febrero de 2009 | 00:00 | Pablo Ramírez Olivares, El Mercurio Online
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El mexicano mostró todo su talento en un concierto más extenso que el presentado en Viña.

Claudio Caiozzi, El Mercurio

SANTIAGO.- Así como hace cuatro décadas un flaco y desgarbado Carlos Santana empezó a escribir su leyenda en el festival de Woodstock, con una sorprendente interpretación de "Soul sacrifice" y con imágenes proyectadas de esa presentación, este viernes el guitarrista mexicano decidió iniciar su recital de la misma manera: interpretando sus sesenteros hits de forma potente.

Fueron cerca de dos horas y media en las cuales el artista copó el escenario del recinto Movistar Arena ante 14 mil espectadores, los que vibraron con sus 40 años de trayectoria y donde básicamente repitió el mismo repertorio mostrado en el Festival de Viña del Mar, sólo que esta vez se mostró más libre y lleno de su espacio.

Después de tocar su segundo tema, el guitarrista agradeció la enorme presencia de sus fans e, incluso, se dio el tiempo (como lo que no sucedió en el certamen viñamarino) de hacer gala de su humor. "Podemos tocar 3 ó 4 horas si quieren. Ahora que no hay televisión, podemos tocar hasta cuando queramos", propuso el azteca, siendo celebrado por sus seguidores.

Santana hizo un show redondo. Los 150 minutos que duró en escena los aprovechó para repasar sus más conocidos éxitos, y en ese sentido, su show fue mucho más lucido que en la Quinta Vergara.

Entre sus puntos más altos estuvo la interpretación de sus clásicos "Samba pa' tí", "Black magic woman" y "Oye cómo va". Además, el artista se dio el lujo de subir arriba del escenario a tres menores de edad a los cuales les pasó unos panderos para que tocaran junto a la banda.

El recital culminó con "Jingo" alterando así el orden mostrado en Viña del Mar, donde partió con esta misma canción. Luego de agradecer a cada uno de sus músicos, el mexicano se retiró entre medio de los aplausos y ovaciones de un público que quedó satisfecho con su actuación.

De esta manera, Carlos Santana demostró que pese al paso del tiempo su magia y talento siguen intactos. Reflejó nuevamente que sigue siendo el último y más notable sobreviviente de Woodstock.

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