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"La buena vida" prepara su llegada a los cines españoles

La película de Andrés Wood llega este viernes a las salas hispanas, a pocos días de arrasar en los premios Pedro Sienna y respaldada por el premio Goya que logró como Mejor Película Extranjera.

02 de Abril de 2009 | 09:11 | EFE

MADRID.- La película chilena "La buena vida", cuyo director Andrés Wood ha definido como "una película con historias robadas de la calle", se estrena mañana en España con el reciente soporte de haber sido la gran ganadora en los premios Pedro Sienna del cine nacional.

La cinta elegida Mejor Película Extranjera de Habla Hispana en la última edición de los Premios Goya, se originó a partir de una experiencia de Rodrigo Bazaes, director artístico del anterior filme de Wood, "Machuca", quien conocía una peluquería emblemática del centro de Santiago de Chile y pensó en hacer un documental, que finalmente se convirtió en la "La buena vida".

En los títulos de crédito de la película, en la que Wood firma el guión junto a Momoun Hassan, se lee la etiqueta de "inspirada en historias reales" y es que fue posible "gracias a los relatos de gente muy sencilla" que "abrió su corazón" para ayudar a construir los personajes de Teresa, Edmundo, Mario o Patricia, según relató Wood a EFE.

Teresa (Aline Kuppenheim) es una psicóloga que da clases de sexualidad a prostitutas y cuya hija de 15 años se queda embarazada; mientras Mario (Eduardo Pacheco) es un joven clarinetista que quiere entrar en la Orquesta Filarmónica, pero que termina en el Orfeón de Carabineros.

Edmundo (Roberto Farías), un peluquero que se debate entre usar un crédito para comprarse un coche o pagar la tumba de su padre; y Patricia, una prostituta enferma que no quiere aceptar ayuda.

Sus vidas se tocan a través de una estructura de historias cruzadas que, según describe Wood, supuso un auténtico "reto". "Queríamos que fuera una película musical, en el sentido de que las historias se van moviendo libremente, sin buscar la coincidencia extrema", señala.

Es en este fluir, que propicia que "uno entre en un estado emocional por encima de las historias particulares", donde Wood cree que su propuesta se aleja de la de otros directores y guionistas latinoamericanos.

Tras los actores, Santiago ejerce como "un personaje más" y refleja lo que es hoy en día todo el país, tras casi dos décadas de gobierno militar. "El personaje de Mario, por ejemplo, muestra lo que significa ser un joven talentoso en un país clasista", apunta Wood, quien siente que la cinta es optimista "en el mundo micro", en la mirada cariñosa a los personajes, y pesimista "en el mundo macro", en el tipo de sociedad que se está creando.

La cinta lleva por título "La buena vida", que "no es el más adecuado", confiesa su director, y que toma de la novela que escribe uno de sus personajes.

Poco se sabe del contenido de esa novela, al igual que de las motivaciones que se esconden tras la acción, pues Wood, fiel a su concepto de que el cine "tiene que abrir puertas más que cerrarlas", deja que los personajes callen y que el espectador especule sobre su mundo interior.

"Siento que la literalidad está casi en contra del formato del cine", admite el cineasta, que para lograr que esta fórmula de "sugerir sin mostrar" funcione se rodea de un "casting de lujo", en el que el Premio Nacional de Arte de Chile, la veterana Bélgica Castro, se mezcla con actores debutantes y otros ya recurrentes en su filmografía, iniciada en 1997 con "Historias de fútbol".

La próxima parada de Andrés Wood, aún incierta, puede ser una cinta sobre la compositora Violeta Parra.

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