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Las canciones de la juguetería

Una pieza del maestro Henri Salvador, otra su hermano mayor Benjamin Biolay, otra de la cantante pop Vanessa Paradis y un repertorio de canciones de aires parisinos y bossanoveros de su recién estrenado Toystore. Es el sonido elegante y austero una señorita francesa inocente y salvaje al mismo tiempo. Lo lamentable fue el esnobismo de un público que se dedicó a hacer demasiada vida social en el Centro Cultural Amanda.

06 de Abril de 2009 | 10:53 |
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Señorita Clément. La cantante dio su primer golpe a nivel visual. Luego hizo un repertorio elegante de canciones francesas, bossas y ritmos latinos. Todo eso a pesar del poco educado público.

Harold Castillo

Al menos desde la película "Un hombre y una mujer" (1966), de Claude Lelouch, la bossa nova y el francés son dos ingredientes que se llevan de maravillas, y la evidencia va desde un cantante de vieja guardia como Henri Salvador hasta una actual figura del pop francés como Benjamin Biolay.Coralie Clément es una señal más reciente de lo mismo. La cantante, hermana de Biolay por más señas, llegó a Chile a mostrar en vivo cómo el cadencioso ritmo brasileño en particular y el sonido acústico y latino en general están hechos para entenderse bien con la música pop francesa.

De los tres discos que ha grabado, es claro que ella dejó guardado el segundo, justo el más pop rock de su carrera, para concentrarse en los sonidos de guitarras acústicas, acordeones o melódicas de su debut, La salle des pas perdus (2002), y del flamante Toystore (2009), lanzado recién en febrero último. Con apenas dos músicos múltiples, uno para cantar y tocar guitarras y una melódica, el otro para los teclados y las bases programadas, Coralie Clément mostró el aire parisino de unos acordeones en la canción "Le baiser permanent", el pulso más ligero de otra llamada "Hou la la" o la tibieza pop de "C'est la vie", entre esas movedades.

Salvo las notas de flauta que toca al comienzo de la propia "C'est la vie", la cantante se concentra en su voz, tan suave como en los discos, como aprendida de la manera de cantar de otros brasileños: Joao Gilberto, Astrud Gilberto. Todo lo contrario de una voz fuerte y vibrante, es un susurro que tal vez se haya vuelto un lugar común de la canción francesa, pero que no pierde su atractivo natural. Coralie Clément tuvo un momento menos íntimo al cantar un éxito de Vanessa Paradis, "Pourtant", pero luego en otro cover volvió a la bossa nova en "Jardin d'hiver", del cantante francés Henri Salvador, la misma que de hecho Benjamin Biolay también cantó a su paso por Santiago en 2008.

No fue un público muy educado, al menos desde la mitad hacia atrás, el que llegó a ver a la cantante al Club Amanda de la comuna de Vitacura en la capital. "Como se ve que tienen ganas de conversar, ¿tal vez quieran cantar también?", invitó Coralie Clément en una de las canciones finales, y ocupados como estaban de hablar en voz muy alta, tal vez ni siquiera se dieron cuenta del segundo de desconcentración que la llevó a equivocarse en medio de otra bossa nova, esta vez propia, "L'ombre et la lumiére", que por lo demás tiene las mismas armonías iniciales que un clásico del género: "O barquinho". Más allá del detalle, otra prueba de la naturalidad de la bossa nova en francés.

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