EMOLTV

God help the girl

18 de Mayo de 2009 | 23:47 |
imagen

God help the girl, es un proyecto paralelo del colectivo Belle & Sebastian. Más específicamente de su líder Stuart Murdoch. Se trata de un musical que es, a la vez, banda sonora de una película independiente que se estrenaría el 2010. La idea de Murdoch era que sus canciones fuesen cantadas por mujeres "desconocidas", por lo que publicaron avisos en la prensa para un casting, como se puede apreciar en el documental de "An introduction" colgado a youtube (ver links). Así el disco es "protagonizado" por Catherine Ireton, quien canta en la mayoría de las canciones. Ella coforma junto a otras seleccionadas como Brittany Stalling, los mismos musicos de B&S y un grupo de colaboradores como Neil Hannon (The Divine Comedy) y Asya (Smoosh) lo que Murdoch llamó el "ensamble".

Sin embargo, más allá de la producción, lo interesante está en las composiciones, que marcan un sorpresivo regreso al primer B&S. Recordemos que sus últimos discos -Dear catastrophe waitress (2003) y The life pursuit (2006)- giran en torno al glam setentero y el soul. Acá, en cambio, volvemos a las secciones de vientos y cuerdas, pianos, arpegios de guitarra acústica, angustia post-adolescente y armonías que remiten al mejor pop de cámara (Left Banke, Scott Walker, The Zombies). Además de un extraño sentido del humor. Es decir, todo lo que hizo querible y especial a Belle & Sebastian.

Por ejemplo, “Perfection as a hipster”, que está interpretada por Ireton y Hannon. La canción versa sobre un tipo que mientras se miraba en una vidriera descubre a su lado a una mujer que hace lo mismo. Pero ella está borracha y le empieza a hablar de moda, desafiándolo a sugerirle un peinado más hipster (de ahí el nombre). Apoyadas en arreglos de órgano Hammond y cuerdas, las voces se van turnando, como en las óperas rock o como en Pimpinela, hasta que a la mujer se le pasa el efecto del alcohol y el pobre tipo dice: "mis sueños se cumplieron, pero seguía dormido". Esa contradicción entre perversión y belleza compositiva acompaña todo el disco. Basta escuchar a relectura de "Funny little frog" (del último disco de B&S), con la voz soul de Brittany Stallings, donde las guitarras funky y los violines sólo explicitan la carga picaresca de la original.  

La disposición de las canciones recuerda mucho a ese subvalorado Storytelling de B&S (2002), una banda sonora que por su dispersión de estilos y conceptos jamás fue visto como un disco "en serio". Acá también hay instrumentales, como el jazzístico “A unified theory”, canciones alegres de baterías y pianos ("God help the girl") y baladas acústicas folk ("If you could speak"). Ya se puede leer en ciertos foros que hay fans de la banda están espantados por este "desorden" estilístico. Si embargo, canciones como "Pretty Eve in the tub", cantada por Murdoch entre violines y al mejor estilo del pop barroco sesentero, la marchante "Musicians, please take heed" o el estupendo single "Come monday morning", son una maravilla. Música que se aleja de las convenciones dominantes del pop independiente (sintetizadores ochenteros, ritmos post-punk, folk autoflagelante). El mismo oasis promovido por B&S y un puñado de bandas afines (Camera Obscura, Club 8, Spearmint, The Concretes, Saturday Looks Goot to Me) y que tanto se agradece. A esperar la película, entonces.

—JC Ramírez Figueroa

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?