EMOLTV

Entren los que quieran

18 de Febrero de 2011 | 19:28 |
imagen

Llevan a fuego la marca de un éxito viral como "Atrévete-te-te", que hasta hoy les ha valido la majadera calificación de "reggaetoneros", por parte de muchos. Pero a estas alturas, seguir aclarando algo tan obvio no sólo evidencia lo injusto, sino que ya resulta cansador. Quién sabe si en parte esa dinámica haya determinado el más radical distanciamiento que Calle 13 haya tenido con el género, prácticamente ausente en Entren los que quieran, su cuarto disco. Si en Calle 13 (2005) era la columna vertebral, y en Residente o visitante (2007) figuraba con la dignidad que ningún exponente le había dado hasta entonces, ya en Los de atrás vienen conmigo (2008) no pasó de ser una mención, con un tema dedicado "a todos los llorones del género del reggaetón" ("Que lloren"). La proyección indicaba entonces su desaparición para este último disco, y eso es lo que al final ocurrió, por mucho que temas como "Baile de los pobres" aludan a ese ritmo deudor del ragamuffin que enmarcó a toda la familia del perreo.

Porque hoy la sideral distancia de Calle 13 con ese mundo no es sólo estética, es también moral y patrimonial, algo que se evidencia en el tono que atraviesa a Entren los que quieran, y que muestra a Residente y Visitante más combativos que nunca. Prueba de ello es la extrapolación de las críticas al sistema social y a la industria de la música en "Calma pueblo", bajo fórmula rap rock, así como la potente asertividad de "La bala", y el hip hop más clásico de "Siempre digo lo que pienso".

Mención aparte para la emotividad de "Latinoamérica", cuyo solo título evidencia el carácter grandilocuente de sus aspiraciones. Pero si en el papel suena soberbio, el resultado sólo es conmovedor. Con la colaboración en voces de Totó La Momposina, Susana Baca y María Rita, el tema escala entre lo mejor de la producción de Calle 13, y se pone a la altura de su nombre con una clara estampa de himno, quizá el primero que llega al olimpo continental (eso que llamamos "cancionero latinoamericano") desde el mundo del rap.

Eso y el siempre irrespetuoso espíritu festivo de Calle 13 —plasmado en los aires gitanos de "Baile de los pobres" y el desquiciado carnaval de "Vamo'a portarnos mal"— vuelven a dar cuerpo a una obra de altura en la discografía del dúo, que con toda propiedad ya se ubica como uno de los motores del rock continental de su época, recogiendo la bandera que en otro tiempo enarbolaran bandas tan esenciales como Los Fabulosos Cadillacs: En un continente con padecimientos hace muy bien la fiesta, pero de vez en cuando también es recomendable bailar un rato con el puño firme y en alto.

—Sebastián Cerda

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?