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MÉXICO DF.- El actor cubano-estadounidense Andy García fue el encargado de presentar este martes en México su última película, "Cristiada", basada en acontecimientos de la Guerra Cristera, sangriento conflicto que enfrentó a milicias cristianas con el Gobierno de ese país entre los años 1926 y 1929.
Al comentar el filme, García se dijo defensor de "la libertad absoluta del ser humano y en respetar la opinión de otras personas, aunque no esté de acuerdo con ellas".
"Yo soy producto de una situación política que me llevó al exilio, y si no hubiera pasado, quizá no estaría aquí, pero hay que reconocer que el bien mayor es la máxima libertad", agregó, refiriéndose a su origen cubano.
"Cristiada" fue dirigida por el estadounidense Dean Wright, responsable de los efectos visuales de algunas de las películas de las exitosas sagas de cine fantástico "El Señor de los Anillos" y "Las Crónicas de Narnia".
La película será estrenada el próximo viernes en los cines de México y el 1 de junio en Estados Unidos.
Con Blades y Peter O'Toole
En esta cinta, rodada en México, Andy García tuvo oportunidad de trabajar al lado del músico panameño Rubén Blades, quien interpreta al Presidente mexicano Plutarco Elías Calles.
"Es mi amigo, y además de ser un gran músico es un gran actor", dijo Andy García.
El actor también comparte créditos con un gigante del cine, el irlandés Peter O'Toole, además de los estadounidenses Eva Longoria y Nestor Carbonell y la colombiana Catalina Sandino, entre otros.
La Guerra Cristera se desencadenó en 1926, cuando el gobierno de Elías Calles estableció varias restricciones contra la Iglesia Católica en México, que incluyeron la obligación de casarse impuesta a los presbíteros para autorizarlos a ejercer el culto.
La decisión hizo brotar gran número de milicias en varios estados del país, las que se lanzaron a la lucha al grito de "Viva Cristo Rey".
Los duros combates se extendieron durante tres años y las fuerzas gubernamentales ejercieron crueles represalias contra los alzados. Los guerrilleros también aplicaron extrema violencia, que llegó al asesinato y la mutilación, contra sus opositores. El conflicto interno dejó al menos 250 mil muertos, según cálculos de la época.
