SANTIAGO.- El ex dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Andrés Pascal Allende, dijo que no tiene que hacer un "mea culpa" sobre las acciones cometidas por esa organización armada, a 40 años del "Once".
"No tengo un mea culpa en ese sentido", afirmó, en una entrevista en el programa "Mentiras Verdaderas" de La Red.
El ex directivo de la organización de ultraizquierda sólo dijo sentir responsabilidad "por no haber tenido la capacidad de producir el cambio revolucionario que nos propusimos".
También consideró "esencialmente correcta" la línea política que el MIR mantuvo en esa época. "Hubo equivocaciones y errores, pero no centrales", aseveró.
No obstante, Pascal Allende sí destacó los gestos realizados por personalidades políticas en los últimos días, entre ellos recientes declaraciones del Presidente Sebastián Piñera.
"Me alegra y respeto lo que hizo (Hernán) Larraín, quien recientemente pidió perdón. El mismo Presidente Piñera ha sido bastante claro en plantear que aquí hay complicidad no solo de los militares", aseveró.
Sobre la discusión sobre las causas del "Once", el ex dirigente izquierdista consideró que los grupos armados no pueden ser considerados responsables del quiebre en el país.
"Es un mito atribuir la responsabilidad del golpe a los extremismos de derecha e izquierda. Es una mentira", evaluó.
Al mismo tiempo, consideró que tanto el ex Presidente Eduardo Frei Montalva como el entonces dirigente de la DC Patricio Aylwin tuvieron "papel activo" en promover el "Once".
"No muchos manejaban armas"
Sobre la real capacidad militar con que contaba el MIR en 1973, Pascal Allende afirmó que, lejos de lo que se aseguró entonces, era muy limitada.
"El MIR no tenía más de 200 armas antes del golpe, y no muy buenas tampoco", aseguró.
"El 99% de los militantes del MIR y de sus distintos frentes estaban dedicados al trabajo de organización social. No eran todos los miristas quienes manejaban armas: eran grupos más selectos, operativos, quienes tenían esa instrucción", agregó.
Luego del 11 de septiembre de 1973, Pascal Allende permaneció en Chile y en octubre de 1975 protagonizó una cinematográfica escapatoria luego de un enfrentamiento en una parcela en Malloco, cuando era seguido por agentes de seguridad.
Luego permaneció asilado en la embajada de Costa Rica, mientras otros militantes se refugiaban en la Nunciatura Apostólica en Santiago, antes de salir del país.
Más tarde, desde Cuba, organizó la llamada "Operación Retorno" del MIR, que incluyó el fallido intento de establecer guerrillas en la zona de Neltume y el asesinato del intendente de Santiago, general (R)
Carol Urzúa, y sus escoltas, el cabo 1° Carlos Riveros Bequiarelli y el cabo 2° José Aguayo Franco, en agosto de 1983.
