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NUEVA YORK.- Luego de ser acusada de conducir bajo los efectos del alcohol y a alta velocidad en una autopista de Nueva York, la madre de Lindsay Lohan, Dina Lohan, no irá a la cárcel.
A cambio. El juez a cargo del caso le ordenó a la madre de la polémica actriz pagar una multa de más de 3.000 dólares, además de obligarla a realizar 100 horas de servicio comunitario y participar en un programa sobre los peligros de conducir alcoholizado.
La sentencia a Dina Lohan, quien permanece con su licencia de conducir suspendida, incluye el requisito de que instale en su vehículo un detector de alcohol que le impide al conductor encender el auto.
Lohan se declaró culpable en abril de haber manejado intoxicada y a alta velocidad en septiembre en el condado de Nassau, en Long Island. Según su defensa, estaba huyendo de unos paparazzi.
Según la policía estatal, Lohan, quien vive en Merrick, iba a 124 km/h en una zona con límite de 88 km/h. Su nivel de alcohol en la sangre era de 0,20, más del doble del límite permitido.
