EMOLTV

La consagración y el renacer

Mientras el cuarteto demuestra a cada presentación sus avances arriba y abajo del escenario, la jornada de viernes en el Teatro Italia también sirvió para consolidar el renacer de ese emblemático recinto, en su primer mes de rodaje.

28 de Julio de 2014 | 19:06 |
imagen

El cuarteto cerró el primer del ciclo ''La Roma'', el viernes 25 en el Teatro Italia.

Foto: Sebastián Cerda

23:20 horas del viernes. Han pasado 50 minutos desde que el período de ingreso gratuito al Teatro Italia concluyó, y una fila que se extiende por cerca de media cuadra sale desde la entrada hacia el sur. El pago del boleto y la juerga posterior, al parecer no son ni el freno ni el incentivo para entrar al remozado recinto, que reabrió sus puertas este mes, tras un período de transformaciones que siguió a la era del extinto Club Miel. ¿Cuál es la razón, entonces? Claramente Astro, el cuarteto chileno que tiene agendada su presentación para dentro de los próximos diez minutos en el escenario central del Teatro, hoy ubicado frente a la pista de baile, aunque con pasadizos de público por todos sus costados.

Poco después de la hora indicada, la tesis en torno a la banda se ratifica con la incidental "Druida de las nubes" y los cuatro músicos acomodándose en escena, en medio de una acalorada recepción, para luego dar largada oficial a la noche con "Colombo", uno de los temas del disco Astro (2011) que más logró enquistarse entre sus seguidores.

Porque a estas alturas ya es claro que, pasado el período de encantamiento hipster que siguió al mencionado álbum y al anterior Le disc de Astrou (2009), el grupo se las arregló para transitar más allá de las temporalidades y reclutar auténticos fieles, gracias a una fórmula tan psicodélica como refrescante, factores que en vivo acrecientan. Es así en "Mono tropical", por ejemplo, tema que ya tiene por sello a los chillidos de simio de Zeta Moustache (Daniel Varas); o en "Manglares", y el epílogo con el cuarteto en pleno en las percusiones, como otra marca registrada de sus presentaciones en vivo, y como postal que da cuenta de la versatilidad de la banda a la hora de buscar su mejor performance.

En "Maestro distorsión", en tanto, el sello viene desde el público, que hace suyo ese peculiar verso que pide "mucha bencina" y "mucha parafina / para quemarme", mientras que en la totalidad del concierto el punto bajo viene desde la mesa de sonido, que nunca logró calibrar bien la voz de Andrés Nusser, cuya voz aguda no admite fallas en este aspecto.

Fue una presentación breve, pero suficiente en su función de dar la largada a una velada que es más que música en vivo, y que corona el primer mes del ciclo "La Roma", impulsado por la productora Fauna. Y ése también es un punto alto: Devolver la vida a un hito arquitectónico y de la vida nocturna santiaguina (junto a Mil M2), con nuevo rostro y nuevos enfoques, no puede ser menos que auspicioso.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?