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Extraño ser siembra el pánico en ruta Iquique - Arica

Según los diversos testigos se trataría de seres similares a dinosaurios, pero inferiores en tamaño y con una fisonomía similar a la de un canguro.

04 de Agosto de 2004 | 10:58 | La Estrella de Iquique
Impactada se encuentra la comunidad ariqueña ante el avistamiento de extraños seres en la ruta que une Arica e Iquique. Las experiencias fueron vividas por los ocupantes de dos vehículos, en días distintos, quienes viajaban desde la Provincia de Iquique en dirección a Arica.

En ambos casos, los testigos observaron a seres similares a dinosaurios, pero inferiores en tamaño y con una fisonomía similar a la de un canguro.

Darío Riquelme conducía la noche del jueves una camioneta Nissan Terrano acompañado del funcionario de Ejército Hernán Cuevas, su señora y dos hijos menores. Faltaban veinte minutos para las 10 de la noche cuando poco antes de pasar por las Presencias Tutelares, que se ubican en el sector de Pampa Acha, vieron a dos extraños seres en medio de la carretera.

"Mis acompañantes dijeron "mira la tremenda bestia" y yo atiné a frenar. Después de algunos minutos pasó el segundo y este fue más sorprendente porque era igual que un dinosaurio, de dos patas y de unos muslos que se le notaban bastante", dijo Riquelme.

Según la descripción del chofer, las figuras eran de color gris y no tenían pelo, además, al segundo, que cruzó un par de minutos después, alcanzaron a verlo completamente tanto él como Hernán Cuevas y su hija Tania de doce años. La altura que todos le calcularon a la criatura fue cercana a los dos metros, gracias a que la distancia con el vehículo, al momento del cruce, no fue superior a los cuatro metros. En el caso del segundo "animal", dijeron que era más pequeño, pero que se pudo observar más nítidamente porque la noche estaba clara y había luna. De ambos, sin embargo, lo que más les llamó la atención fue la velocidad con que atravesaron la carretera y las zancadas que daban.

Nerviosismo

Riquelme y Cuevas habían venido a Iquique a comprar un vehículo y hasta ese momento el viaje se había desarrollado en forma normal, pero el extraño hecho provocó el nerviosismo de la señora e hija de Cuevas. "Lo bueno, es que cuando comenzaron a gritar, yo y mi compañero no perdimos el control y nos mantuvimos serenos. Luego nos detuvimos a fumar un cigarrillo y también a caminar y de ahí bajé tranquilamente hacia Arica", dijo el chofer.

El testimonio de Riquelme coincide con el de Hernán Cuevas, quien es oficial de reclutamiento del Ejército en la vecina ciudad. "Cuando se cruzó por primera vez yo le pregunté a Darío si lo había visto y él me dijo que sí, entonces empezamos a hacer el comentario de qué había sido y al poco rato pasó otro, más bajito, pero muy parecido a un dinosaurio o a un lagarto de pie corriendo. Mi hija lo vio también e inclusive pegó un grito", dijo Cuevas

Otro caso

Tras conocerse el relato de Riquelme y Cuevas a través de La Estrella de Arica, una nueva familia dio a conocer su experiencia, ocurrida dos semanas antes en el mismo lugar. No habían querido hacer público el hecho anteriormente por miedo al ridículo y la burla del resto de la gente.

Se trata de los seis integrantes de la familia Abett de la Torre Díaz, quienes residen en el Fuerte Baquedano, en la comuna de Pozo Almonte, y viajaban en dirección a Arica. Cuando atravesaban el sector de Pampa Acha, cerca de las Presencias Tutelares se encontraron de frente con cuatro criaturas que definieron en principio como canguros con cara de perros y que se desplazaban lentamente por el aire.

El hecho ocurrió aproximadamente a las 21 horas y dejó casi traumados a todos los miembros de la familia, compuesta por Carlos Abett de la Torre, suboficial de Ejército, su esposa Teresa Díaz, sus tres hijos y un nieto de tres años. "Yo viajaba en el asiento de atrás con mis hermanos conversando y de repente se oscureció todo, entonces le dije a mi hermano lo que veía y él me respondió que me quedara callada porque mi mamá era nerviosa. Luego miré por el vidrio y se vieron unas cosas que eran como pájaros, con cabeza de perro y con las alas hacia atrás, mi papá dijo que eran como gárgolas", contó Carmen Abett de la Torre, una de las hijas del matrimonio.

Carmen agregó que no está muy segura si eran alas o patas lo que tenían las criaturas, pero que las movían hacia atrás. La estatura de estos animales la calculó cercana a los dos metros; dos de estos seres pasaron volando por arriba del vehículo. Minutos después, fueron dos más los que se presentaron, pero esta vez delante del vehículo y dando saltos. "Quedamos como mudos por diez minutos y mi mamá nos dijo que reaccionáramos y entonces empezamos a comentar lo que habíamos visto", dijo Carmen.

Impresión

Teresa Díaz, mamá de Carmen viajaba en el asiento delantero del vehículo que manejaba su esposo y fue quien pudo ver más claramente a las criaturas. Su impresión fue que estos animales se desplazaban lentamente primero por sobre el auto y después por delante; sin embargo, la velocidad que llevaban era la misma con la que se desplazaban ellos, es decir, cercana a los 100 kilómetros por hora.

La situación provocó tal nerviosismo en toda la familia, que lo único que querían en ese instante era llegar a Arica para olvidarse del momento traumático. Una vez en la ciudad contaron de inmediato a sus parientes lo que habían vivido. "Después teníamos terror en devolvernos", agregó Teresa en relación al día en que preparaban el regreso a su casa del Fuerte Baquedano.

El marido de Teresa Díaz es suboficial del regimiento Cazadores de Iquique y, según su esposa, él nunca en los 25 años que había viajado por la carretera de esta zona había visto algo parecido.
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