PUNTA ARENAS.- El incendio que ha arrasado con unas 5.500 hectáreas del Parque Nacional Torres del Paine, ubicado en la Región de Magallanes, se encuentra todavía fuera de control y en las últimas horas ha avanzado al sector del Lago Paine y Laguna Amarga.
Personal de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) comentó a Emol que el número de hectáreas afectadas no se puede certificar completamente, porque los sobrevuelos no han tenido buenos resultados debido a la gran cantidad de humo en el sector.
Cerca de 180 personas entre brigadistas de la Conaf de diferentes regiones del país, personal del Ejército y voluntarios argentinos de Río Gallegos y Río Turbio, se encuentran combatiendo el fuego.
"Aparte de las brigadas que están trabajando, desde esta mañana se están pidiendo más refuerzos a las Fuerzas Armadas, en el caso de los militares, para ver si nos pueden entregar un poco más de gente", señaló Eduardo Fueyo, de Conaf XII Región.
Voluntarios de empresas contratistas, de los hoteles y estancias cercanas a la zona del incendio, también participan en la extinción de las llamas.
En este sentido, Fueyo reconoció que la corporación no contaba con recursos "para un siniestro de esta magnitud".
Según informó radio Bío Bío, esta mañana se dio a conocer que el siniestro tiene dos focos principales: el Lago Paine y la Cascada Paine.
El incendio se inició el jueves pasado en el sector de Laguna Amarga, cuando el turista checo Jiri Smitak manipulaba una cocinilla a gas, la que se volcó alcanzando unos pastizales.
El parque, que tiene la calidad de Reserva de la Biosfera, se ubica en la provincia de Última Esperanza, a unos 400 kilómetros al norte de Punta Arenas, y es el hábitat de centenarios bosques de lenga, arbustos nativos y animales silvestres de la región.
El factor climático
La Conaf de Punta Arenas explicó que no se puede pronosticar cuándo se podrá controlar el siniestro, principalmente por los fuertes cambios en el tiempo de la zona.
"En la Duodécima Región el problema nuestro es el factor climático. Si se nos llega a largar una lluvia torrencial, a lo mejor (se podría controlar) en un día. Pero, por ejemplo, para el martes se calculan vientos entre 70 y 90 kilómetros por hora. Si no lo controlamos de aquí al martes, quién sabe cuántos días más va a durar", indicó Eduardo Fueyo.
De esta manera, el miembro de la Conaf en la zona advierte que "el viento nos puede jugar una mala pasada en el caso que cambie su dirección. En un rato está soplando para un lado y después está soplando para el otro lado".
