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Milán Ivelic reconoce que robo de Rodin fue producto de una falla humana

La noche en que se sustrajo la escultura, el sensor que detectaba algún tipo de movimiento en la sala de exposición no se había activado, aclaró el director del Bellas Artes.

22 de Junio de 2005 | 14:05 | El Mercurio en Internet

"El torso de Adéle" de Auguste Rodin.
Ver especial Auguste Rodin

SANTIAGO.- Muchas especulaciones han habido en torno a cómo fue posible que haya sido tan simple para un alumno de tercer año de la carrera de Artes de la Universidad Arcis, Luis Emilio Onfray Fabres, llevarse la escultura "El torso de Adéle" de Auguste Rodin, parte de la exposición del conocido artista francés expuesta en el Museo de Bellas Artes. Varias fueron las explicaciones dadas a conocer para dilucidar el hecho de que el museo mismo no se haya dado cuenta hasta el viernes en la mañana de que faltaba la obra.

Finalmente Milán Ivelic, director del Bellas Artes, confirmó que se debió a una falla humana. Al funcionario responsable simplemente se le olvidó prender el sensor que detectaba cualquier movimiento al interior de la sala, hecho que el director calificó como "tremendamente lamentable".

Así, nadie puede precisar exactamente cuándo se produjo el hurto. Esa misma noche y luego de cerrado el resto de las muestras se estaba realizando la inauguración de la exposición del artista y profesor de la Universidad Arcis, Guillermo Frommer. Asistieron a ésta varios de los alumnos de la casa universitaria. La sala Matta, en la cual se exponen las esculturas de Rodin, y a la cual se puede acceder desde el hall central, no contaba con un guardia específico, las puertas se encontraban abiertas dado a que una rampa de acceso impedía cerrarlas y los sensores que normalmente deberían sonar al momento que alguien intenta entrar a la sala esa noche no estaban activados.

Los recursos de vigilancia del museo

Según Milán Ivelic, director del Museo de Bellas Artes, sabían que la muestra de Rodin se iba a tratar de una exposición concurrida y por eso intensificaron las medidas de seguridad con las cuales cuenta normalmente el museo. Esto significó que, aparte de sus propios guardias, 10 en total, se sumaron al plantel de vigilancia dos detectives de Policía de Investigaciones, y rondas externas al museo realizadas por Carabineros.

El museo mismo tiene con una sistema de monitoreo que significó una inversión de 40 millones de pesos y la muestra de Rodin cuenta además con diferentes sistemas de alarmas. A las obras más pequeñas y fáciles de llevar se les agregó un dispositivo debajo de ellas que comienza a sonar cuando se levantan. Sin embargo, el torso que fue sustraído no contaba con este sistema por tratarse uno, de una obra más voluminosa, y dos, porque es hueca por dentro y se temía que este sistema podía dañar la escultura. Finalmente estaban también los sensores a la entrada de la sala que se activan en el momento que alguien hace ingreso a ella.

Junto a eso se sumaban el fin de semana al cuidado de la muestra voluntarios del museo y estudiantes de arte de la Universidad del Desarrollo y de la Universidad Católica. La muestra de Rodin ha triplicado el público de fin de semana que normalmente ronda las 4 mil personas.

"Creíamos que por las medidas de seguridad estábamos resguardados", aseguró el director del museo. Pero lamentablemente no fue así ya que detrás de la parte técnica se encontró una persona que se le olvidó prender el sensor de entrada. "Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que independiente que fue el error de una persona estamos hablando de responsabilidades compartidas", agrega Ivelic. Actualmente el funcionario responsable fue suspendido de sus labores e Investigaciones está interrogando todos los encargados de la vigilancia, desde el Jefe de seguridad para abajo.

El museo después del hecho

Milán Ivelic asegura que el Museo de Rodin en París no ha mostrado ningún indicio de suspender la muestra que seguirá abierta a todo público hasta la fecha estipulada, el 7 de agosto. "Los franceses son bastante racionales como para tomarse la situación con calma. Ya les mandamos el peritaje que se le fue hecha a la escultura, junto a microfotografías de ésta, para que ellos evalúen si se puede volver a exponer en la muestra". De momento "El torso de Adéle" se encuentra guardada, sin embargo, para el director del museo está en condiciones de ser expuesta.

Actualmente ya se han tomado mayores medidas de seguridad. Se han agregado tres vigilantes más, el plantel administrativo del museo está haciendo horas extras y todos los voluntarios trabajan los fines de semana. Por otra parte se instalarán más sensores en la sala.

Pero para Milán Ivelic el problema va mucho más allá de sí hubo una falla el sistema de vigilancia, que parte por "la falta de conciencia patrimonial que hay en la cultura chilena que es el problema de fondo detrás del hurto de la escultura de Rodin". Según el director del Museo de Bellas Artes ésta es una de las razones por las cuales el alumno de la Universidad de Arcis se haya llevado la escultura.

Ahora espera que el daño "no sea irreparable ya que es difícil recuperar la imagen". Pero asegura no sentirse culpable ya que por un lado Y en cuanto a su dimisión dice haberse enterado recién por los medios. Él por su parte ni piensa en retirarse, tampoco tomar una postura definitiva frente al caso judicial del cual prefiere mantenerse fuera hasta "que se calmen las aguas" y seguir dedicándose a la difusión de arte y llevar a cabo las otras muestra planificadas para esta año "de las cuales ninguna se ha cancelado después de lo ocurrido".
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