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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 08:27
SANTIAGO.- Parece no importarle que la Corte Suprema chilena dictaminara en su contra cadena perpetua calificada por el parricidio de su hija Tamara, fallecida en 2002, tras seis años en coma producto de sus agresiones. Desafiante y desde la clandestinidad, Alejandro Shayman Klein (45) acusa a la justicia nacional de usarlo "como el monigote del sistema".
Revelando que el 25 de junio de 2007 "salí de Chile (rumbo a Bolivia) como cualquier persona" y por un paso de control donde "no me revisaron nada", el publicista apareció en el programa "Aquí en vivo", de Mega, con una apariencia distinta: calvo y una barba tipo candado.
"Creo que me tenía que ir porque o si no me iban a notificar en el (río) Mapocho al final porque no había ingresos (...) pasé a estar aquí (Santa Cruz de la Sierra) más seguro, en Bolivia, que es mi casa. He hecho en dos años lo que en Chile no hice en 13: me casé, puse mi empresa (de chocolates) y estoy con mi familia", dice.
Cuando aún estaba en Santiago, conoció a Mirtha Dolly Ortiz Paniagua, quien "como abogada amiga de la familia he analizado el caso en profundidad". Y denuncia: "Existen tremendas contradicciones y una parcialización muy demostrable de parte de los jueces y magistrados que conocen el caso y no han investigado la verdad".
La jurista, que posee relaciones profesionales con la Corte Suprema de Sucre, uno de los organismos involucrados en la búsqueda de Shayman, aseguró que el sistema judicial chileno "ha fallado", ya que "de acuerdo al fallo ("Tamara") muere a los 6 años y siete meses con una bronconeumonia, por lo que no se podía decir que hubo participación del padre, aquí el padre deja de ver a la menor a los 4 meses de edad porque se va preso y nunca más la vuelve a ver, por lo que no puede haber maltrato ni menos una muerte de parricidio".
En esa línea, Dolly Ortiz, sostuvo que la niña era de "cristal", ya que "al apretarla, al agarrarla, al tocarla, los huesos se quebraban y por eso aparecían moretones". Sin embargo, "esta parte médica nunca fueron objeto de análisis por parte de los jueces".
Shayman insiste en lo anterior: "Estando en coma en la clínica Santa María, cinco años, se le siguen rompiendo los huesos de mi hija (...) colapsa su sistema pulmonar y la 'Tamy' fallece sola, en el hospital".
Pese a la defensa, los análisis químicos y tanatológicos realizados en el Servicio Médico Legal (SML) al cuerpo de la pequeña arrojaron que "no tenía lesiones congénitas".
