Belén Molina realiza crudo relato del día del crimen de Diego Schmidt-Hebbel

SANTIAGO.- Con el relato del momento del crimen del joven economista Diego Schmidt-Hebbel , Belén Molina continuó hoy su declaración como testigo en el segundo día de juicio oral contra María del Pilar Pérez y el presunto sicario José Ruz, imputados por tres crímenes cometidos en Providencia.

La joven odontóloga realizó una cruda descripción de lo ocurrido la mañana del 4 de noviembre de 2008 en la puerta de su casa de calle Seminario, cuando José Ruz le disparó a quemarropa a su pololo –quien la había ido a buscar a su casa– y luego lo acuchilló, causándole la muerte.

"Cuando íbamos saliendo de la casa, sentí que alguien nos empuja hacia adentro y cuando Diego ve la pistola, me mira y me dice '¡Escóndete!'. Su idea era que yo corriera detrás de la puerta blindada. Veo como Diego comienza a forcejear con esta persona y, en la desesperación, le digo a Diego: 'Déjalo tranquilo y entrégale todo para que se vaya'. Pero esta persona tenía otras intenciones", relató la joven.

Añadió que el sujeto lo único que hacía era apuntar a la cabeza de Diego. "Era una pelea absolutamente desigual de un ser armado contra otro que sólo tenía su cuerpo para defenderse", aseguró Belén. Dijo que el hombre "le apunta al cuello y la cabeza y le achunta en el lado derecho del cuello y, en su condición de víctima ya disminuida, Diego siguió tratando de defenderse".

"Yo gritaba desesperada porque veía a través de la ventana que una persona asesinaba al amor de mi vida y que además estaba infiriéndole una herida en la cara con un arma blanca", relató la joven, mientras el autor del hecho, José Ruz, miraba hacia la muralla de la sala de audiencia.

Recuerda que en ese momento, apareció el padre de la joven, quien abrió la puerta de la casa y se fue corriendo detrás del sujeto, mientras que ella salió a la calle, donde yacía su pololo.

"Traté de socorrer a Diego, que se estaba desangrando. Un escolar pasó y le grité que llamara una ambulancia, mientras que con una mano apretaba la herida del cuello y con la otra la de la cara por la hemorragia. En eso llegó mi papá de vuelta y me dijo que se había escapado", señaló la joven.

Belén recordó que mientras Diego estaba malherido en el suelo, en sus últimos momentos de vida, "él me miró y me dijo 'tranquila'. Y siempre trato de mantener esa tranquilidad que él me dio en ese momento".

Tras dar su testimonio, Belén Molina será interrogada por la defensa de su tía  María del Pilar Pérez . Durante esta jornada se espera que también declaren otros familiares de la imputada.