Una escena de la reconstitución del asesinato de Diego Schmidt-Hebbel.
El MercurioSANTIAGO.- Luego de que se presentaran los testigos del brutal ataque contra Diego Schmidt-Hebbel, debió declarar en el juicio el doctor Gonzalo Guastavino, quien operó al joven economista luego de que llegara herido de muerte a la Posta Central, la mañana del 4 de noviembre de 2008.
El profesional describió el grave estado en que llegó el joven y señaló que fue la profunda herida cortopunzante que recibió en el rostro y el cuello la que "no le habría permitido sobrevivir, aunque no hubiese sido baleado".
Relató que cuando comenzó a atender a Diego, cerca de las 8:00 de la mañana, "él estaba agónico", con una herida de bala en el lado derecho del cuello y una herida cortopunzante en el lado izquierdo de la cara y el cuello.
Indicó que primero operó la herida realizada con el arma de fuego. "La bala había seccionado la arteria subclavia y carótida común (...) Amarré la arteria y resultó bien y rápido y se restableció la circulación cerebral", detalló el especialista.
Luego intervino la herida cortopunzante, que tenía 7 cm de largo. "Nos encontramos con una herida profunda que, al parecer, seccionó la arteria vertebral y no controlamos el sangrado. Sólo esperábamos un milagro", señaló el médico.
Sin embargo, el Dr. Guastavino indicó que tras la operación, la víctima sufrió varios paros respiratorios y finalmente falleció cerca de las 11.15 horas de esa mañana.
Tras el relato del médico, el tribunal prohibió que se divulguen las fotografías de las heridas debido a su crudeza.
Durante la audiencia de hoy también declaró Claudia Dussuel, quien fue testigo del forcejeo entre el José Ruz y Diego Schmidt-Hebbel. Previamente, durante la mañana entregó su testimonio Agustín Molina, el padre de Belén.