El triste relato del travesti agredido en Valparaíso tras una semana y media en coma

SANTIAGO.- Dice no acordarse de "nada", pero asegura que le es mejor. "Recuerdo que salí a trabajar, pero no me acuerdo con quién llegué a trato ni nada (...) Eso es mejor, porque es un problema estar uniendo pensamientos y recuerdos".

Son las primeras palabras de "Sandy", el travesti que el pasado 7 de junio sufrió una brutal golpiza en Valparaíso y la dejó en coma durante una semana y media.

"Ahora estoy bien, me podrían haber estado velando en este instante", reflexiona en "La Estrella de Valparaíso" desde su casa en Quintay, donde comparte con su madre, Edith Gamboa.

Mario Rodrigo Iturra Freire (37), su verdadero nombre, cuenta que el día en que abrió los ojos "pensé que iba a morir", ya que "no me podía comunicar bien" y veía a su familia "afligida".

Sin embargo, fue su sensación de hambre la que revirtió sus pensamientos negativos. "Ahí supe que me iba a recuperar", confiesa, al tiempo que, asegura no ser consciente "del daño" con el que resultó.

"Quedé ciega en un ojo y con puntos en el interior de la boca, y algunos cortes en el rostro y cuello (...) Hasta hoy no han querido mostrarme las fotos. Yo creo que me habría muerto de la pura impresión al verme sin cara, sin dientes, nariz", relata.

Lo anterior hizo que decidiera no volver "a trabajar en la calle", luego del brutal día en calle Francia con Chacabuco. "Mi familia me lo prohibió, es definitivo", asevera.

Respecto a sus cercanos, "Sandy" es taxativa: "Me hubiera gustado que las que se hacían llamas mis amigas me hubieran apoyado (...) No he recibido llamados telefónicos".

Por lo mismo, indica que se refugió en su familia y en sus creencias. "Me puse más religiosa en este tiempo, me di cuenta que alguien de más allá me dio una mano", concluye.