Quieres ver tu clima local?
Mostrar
Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 01:52
SANTIAGO.- Veintitres días de angustia. Quince identificados y seis aún desaparecidos. "Cuando dicen que hallaron un nuevo cuerpo no sabes si alegrarte o ponerte más triste, porque uno aloja la esperanza de que aún pueda estar".
María Toro vivía en Pucón y compartía la afición por el deporte con su novio, Joel Lizama, uno de los 21 que volaban en el fatídico avión CASA 212 y que capotó en el archipiélago Juan Fernández. Quizás su último destino.
"Es una cosa difícil de expresar (...) Me he pasado películas de que salió, está en otro lugar y anda dando vueltas por ahí. Es como un ciclo no cerrado al no verlo", confiesa la mujer a Emol, quien prefiere recordar el legado que dejó como pareja, familia y director del circuito de carreras de aventura Columbia Challenge.
"Aparte de su polola, fui su compañera de equipo. Logró transmitir mucho a todos. Uno lo siente más porque se va una parte fuerte, que daba energía y la seguridad de sentir que tenías a alguien que te protegería", reflexiona Toro.
Impacto
Ya asumida la tragedia, la mujer tuvo acceso a algunas pertenencias recuperadas de Joel, uno de los seis miembros del "Desafío Levantemos Chile" -entre ellos, su amigo Jorge Palma- que perecieron en el accidente.
"Encontramos varias cosas de él, entre ellas, su mochila con su notebook, dos cámaras, chequera y cosas personales. Todo en un estado de destrucción que deja impactado (...) Incluso las zapatillas estaban cortadas en la planta", dice.
Y revela Toro: "Si hasta se me cruza por la cabeza que en ese avión había una bomba". Pese a ello, admite que -por momentos- no se resigna a que su novio esté muerto, sobre todo porque "sabíamos la preparación y los conocimientos que tenía sobre situaciones de riesgo".
"El corazón nos dice que él puede estar, pero analizándolo fríamente uno dice 'no hay posibilidades'. A uno los sentimientos le dicen 'aún existe', pero la cabeza te dice que no (...) Queda esa sensación de por qué esas personas. Pero de repente aterrizas y dices 'Dios quiso que las cosas fueran así", cavila.
Responsabilidades
María Toro confiesa que en un comienzo dudó de los rastreos. "Al principio estaba incrédula de que se estuviera haciendo tan profundamente la búsqueda. Pero al ver las cosas que encontraron, uno se da cuenta de por qué al tercer día dijeron que no había sobrevivientes", asume.
Por lo mismo, ahora considera que los equipos de rescate han actuado "de buena forma", incluidas las autoridades de Gobierno y de las Fuerzas Armadas: el ministro de Defensa, Andrés Allamand, la Fuerza Aérea (FACh) y la Marina.
"Quizás en una ocasión se les escapó (la situación) de las manos. Pero las personas que están ahí también son personas y les pasan cosas con lo que ven. Es difícil manejarlo. Se nota de que hay sentimientos profundos de dolor y de sentir lo que viven las familias", reconoce.
¿Responsabilidades? "Han hecho todo lo que está en sus manos. Y, quizás, si hay responsables están antes y no después de lo que se realizó. Con lo que han hecho han hecho todo", concluye.
