Niñas madres: Sus hijos tienen más riesgo de morir durante el primer año de vida

SANTIAGO.- El caso de la niña de 11 años que quedó embarazada tras ser violada por su padrastro reabrió el debate sobre las consecuencias que deben enfrentar las menores que son madres a tan temprana edad. Incluso el comentario de un diputado, que señaló que "su organismo está preparado para ser madre", provocó gran rechazo.

Pero, al margen del desatino, cabe preguntarse si el cuerpo de una mujer tan joven está biológicamente apto para enfrentar un embarazo y cuáles son las consecuencias físicas a las que podría estar expuesta.

En efecto, décadas atrás era normal que las mujeres se casaran y fueran madres antes de los 15 años. Entonces no se hablaba de "embarazo precoz". ¿Qué ha cambiado?

Los expertos coinciden en que, si bien el organismo está biológicamente en condiciones de tener un hijo desde la primera menstruación, quienes se embarazan antes de los 15 años tienen mayores riesgos obstétricos que una adulta y pueden evidenciar consecuencias en su propio cuerpo.

Como indica la Dra. Carolina González, ginecóloga infanto juvenil de la Clínica Alemana, "el cuerpo humano está preparado para tener un embarazo después de la menarquia, que es la primera regla, y por eso la gente se embaraza. El problema es que no es gratis".

El Dr. Jorge Sandoval, ginecólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, sostiene que en la actualidad la mayoría de los riesgos médicos que enfrentan las "niñas madres" se asocian, más que a su edad, a las condiciones psicosociales en que están inmersas, que son muy distintas a las que rodeaban a las madres jóvenes hace un siglo.

"Cien años atrás, cuando se esperaba que la niña prácticamente tuviera su primera menstruación para casarse, el embarazo no aparecía como de riesgo, porque era una niña que se casaba, tenía toda una infraestructura familiar que la apoyaba y el embarazo era 'deseado'", explica.

Esto a diferencia de lo que ocurre hoy, en que los embarazos a esas edades suelen no ser deseados y las niñas tratan de ocultarlos, ya sea por temor o porque fueron abusadas, lo que repercute en que el control del embarazo se inicie en forma más tardía y no se detecten oportunamente las complicaciones. Además, como las menores suelen ser de estratos más vulnerables y no cuentan con una red familiar que las apoye, no se cuidan ni alimentan adecuadamente.

Se eleva riesgo de hipertensión y partos prematuros

De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, el año pasado hubo 874 niñas menores de 15 años que fueron madres en Chile. Dos de ellas tenían 10 años de edad, una 11 y doce tenían 12 años. El mayor número de casos se concentra en los 14 años, con 746 nacimientos, seguido de los 13 años, con 113.

Los especialistas advierten que la mortalidad de los niños durante su primer año de vida es mayor cuando sus madres tienen esas edades. Según datos del ministerio, la tasa de mortalidad infantil –menores de un año– en el año 2009 fue de 7,9 muertes por cada mil nacidos vivos. Sin embargo, en las madres menores de 15 años, la tasa sube a 19,5 por cada mil.

"Cuando la madre tiene menos de 15 años, la mortalidad infantil es más del doble que la mortalidad infantil de toda la población general", advierte el Dr. Sandoval.

Los médicos explican que esto se relacionaría con el mal control durante el embarazo y a que, una vez que nace, es más probable que el bebé no reciba todo el cuidado adecuado. "Probablemente tiene que ver con que son embarazos sujetos a un control prenatal más malo y detección de las complicaciones más tardíamente", señala el Dr. Sandoval. A esto, la Dra. González agrega que "hay mayor riesgo de hospitalizaciones y de muerte para el niño, que es cuidado por una madre niña, porque hay una negligencia parental, los padres no se hacen mucho cargo".

Una de las complicaciones más graves que se puede presentar en estos embarazos es la hipertensión, o preeclampsia, que implica serios riesgo para la madre, por lo que puede ser necesario adelantar el parto, y también problemas para el feto, el que puede sufrir desnutrición "in útero".

También a esa edad se registra una mayor cantidad de partos prematuros y de bebés que nacen con bajo peso –con menos de 2,5 kilos–. Ambas situaciones repercuten en que el bebé sea más vulnerable y tenga mayor riesgo de enfermarse y, eventualmente, de fallecer, debido a que su inmunidad es más baja.

Otra complicación que puede surgir, al momento de dar a luz, es que la pelvis de la madre no esté desarrollada y sea estrecha para que el bebé nazca por parto normal. En este caso, sería necesario realizar una cesárea. No obstante, el Dr. Sandoval indica que si bien "aumenta un poco el riesgo, hoy día la cesárea es bastante segura".

Efectos en la madre: Descalcificación y estatura

Además de aumentar los riesgos para el feto, cuando se trata de madres muy jóvenes el embarazo puede además tener consecuencias directas en su cuerpo.

Aquí, el principal problema que enfrentan las mujeres es la descalcificación. De acuerdo a los especialistas, los huesos aumentan su cantidad de calcio hasta pasados los 20 años. Sin embargo, un embarazo precoz altera ese proceso, debido a un fenómeno hormonal y a la absorción de calcio por parte del feto. Esto hace que los huesos sean de menor calidad y las mujeres acumulen menos reservas de calcio para cuando sean mayores.

El embarazo también puede acarrear problemas nutricionales para las niñas, ya que necesitan más nutrientes debido a que se están desarrollando. A lo que se suma que el embarazo también requiere mayor aporte nutricional, por lo que éste puede llegar a ser insuficiente, provocando que las menores sufran desnutrición o anemia.

Por esa razón, los especialistas remarcan que es importante que durante el embarazo las mujeres reciban, junto con una buena alimentación, suplementos de calcio, alimenticio y vitamínico.

Finalmente, existe otro efecto más insospechado del embarazo precoz y es que puede llegar a afectar la estatura de la madre. El Dr. Sandoval indica que un embarazo a esa edad, debido a las hormonas que produce la placenta, puede acelerar el cierre de los cartílagos de crecimiento –la zona de los huesos donde se produce el crecimiento–.

Esto, eventualmente, podría provocar que las niñas tuvieran algunos centímetros menos de estatura de los que podrían haber alcanzado. Sin embargo, el médico indica que este efecto es "marginal", ya que la mayor parte del crecimiento se produce antes de la menstruación y, luego de ésta, el proceso ya está en fase de desaceleración.

"Que tenga uno o dos centímetros menos de los que iba a tener si no quedaba embarazada, en términos prácticos, no es significativo. Se menciona como un problema teórico, pero no es un problema en la práctica", indica.