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Café pendiente: La tradición solidaria italiana que se consolida en Chile

La tendencia que comenzó en Nápoles en 2008 cumple oficialmente un año en el país con 19 locales adheridos. Su consigna: pagar anticipadamente un café para alguien que no tiene recursos.

23 de Marzo de 2014 | 06:44 | Por Andrea González Schmessane, Emol

SANTIAGO.- ¿Quiero un café por favor?, pide uno de los clientes que llega hasta el Café Alvear, en la comuna de Ñuñoa, para cumplir con su rutina habitual de sentarse unos minutos a disfrutar de algo caliente.


-¿Desea agregar un café pendiente?- pregunta el dueño del local, Juan Carlos Alvear (66), ante la mirada confundida del hombre con traje que está delante de su caja registradora.


-Un café pendiente significa que usted paga, además del suyo, un segundo café que luego será entregado a alguien que lo necesite- explica Alvear, señalando con el dedo el logo que lo identifica como miembro de la agrupación que promueve esta iniciativa y que por estos días cumple un año en el país.


La dinámica siempre es la misma. Debe cumplir con el compromiso de difundir una tendencia solidaria basada en la confianza que comenzó en Nápoles y que hoy suma 19 locales adheridos a lo largo de Chile.


"Sabía que esta iniciativa ya estaba funcionando en algunos cafés de regiones, por eso quise ser el primero en debutar con ella en Santiago", cuenta a Emol Juan Carlos quien por estos días debe desocupar el inmueble donde funciona su negocio ubicado en Simón Bolívar.


"Debía entregarlo a su dueña que lo puso en venta", lamenta, recalcando que durante su funcionamiento, desde noviembre de 2012, fue el local que más "cafés pendientes" vendió con un total de 50 unidades.


"Cuando partí con mi negocio busqué a quienes estaban a cargo de la iniciativa y en internet encontré su página, les escribí y les dije 'quiero ser el primero en la capital'", recuerda. Y en cosa de días, Café Alvear ya tenía los logos y el apoyo de Damari Vergara, María Paz Mandiola y Marcelo Giglio, los impulsores de www.cafependiente.cl.


"Ya identificado como tal, le agregué otra cosa, el café pendiente era solo el concepto, aquí la gente podía comprar un producto pendiente, cualquiera que ofreciera mi local, por ejemplo un almuerzo, un helado o un jugo", detalla.


El primero debutó en Valparaíso


Cristián Miranda es el dueño de la Sala Espacio Taukare, en Valparaíso, y fue el primero en adoptar el proyecto que nació en Italia con el nombre de "Caffé Sospeso".


"Sabía que la intención se había masificado en Argentina y cuando supe que en Chile había un grupo de jóvenes intentando instaurar el proyecto, me contacté con los chicos -que también venían partiendo con la iniciativa- nos coordinamos y mi café resultó ser el primero en adoptar esta práctica en el país", relata.


"Consideré que era una idea muy linda que servía para ayudar y para devolver un poco la mano a la sociedad cuando has tenido éxito, además de incluir a la gente de escasos recursos", menciona.


"La idea base es que la persona pueda pedir su café y se siente a tomarlo sin ningún problema, pero sucede que la gente en situación de calle no está acostumbrada a eso y por lo mismo, no acepta quedarse, recibe su café y se va", señala.


Miranda agrega que no ha sido fácil, ya que desde su puesta en marcha ha logrado recaudar sólo 30 "pendientes".


"Cómo falta difusión y que la gente conozca esta idea, a través de la Iglesia San Luis de Cerro Alegre informamos cuántos productos pendientes hay para quienes quieran venir a retirarlos", dice, asegurando que las personas que han sido beneficiadas "ven este gesto como algo lindo y agradecen que alguien esté pagando un café para ellos".


Idea de tres amigos

La iniciativa llegó a Chile gracias a la motivación de tres amigos que tras comentar la idea que ya estaba dando que hablar en Argentina, decidieron traer el proyecto al país aún previendo las dificultades que deberían enfrentar, sobre todo porque la iniciativa se basa en la confianza.


"Nos preguntamos si alguien nos creería y si podríamos confiar en los dueños de las cafeterías y en la gente", cuenta Marcelo Giglio, destacando que tras un breve intercambio de opiniones con sus amigas Damari Vergara y María Paz Mandiola "nos pusimos a trabajar".


Giglio agrega que fue la suma de las capacidades profesionales de los tres –todos diseñadores con distintas menciones- "la clave para lograr, en menos de una semana, habilitar el sitio web, crear las cuentas de las redes sociales y comenzar la difusión".


"En pocas horas ya habíamos comprado el dominio www.cafependiente.cl y en paralelo contactamos a la gente de Argentina, de quienes recibimos la base del material gráfico, el logotipo que identifica la obra y la autorización para adaptar en Chile algunos contenidos", continúa.


Sobre las dificultades que han debido sortear para lograr sumar locales al proyecto, Marcelo explica que son precisamente los dueños "quienes temen a la integración de las personas en situación de calle con sus clientes habituales".


Sin embargo, asegura que seguirán trabajando para consolidar aún más esta iniciativa, recalcando que "la base de todo lo que hacemos es la confianza".


"Confiamos en que cada cafetería que se sume a la idea va a transparentar la cuenta de cafés pendientes pagados y entregados, así como las personas que pagan ese café extra confían en que el café que pagaron será entregado como corresponde", enfatiza.


Por último, detalla que a un año de la puesta en marcha de "Café Pendiente" en Chile, los próximos pasos serán "cuadriplicar" el número actual de locales adheridos, llegando a 100 al terminar el 2014.


"Nuestro principal objetivo es promover el nexo entre las personas, entre las que desean ayudar y las que necesitan esa ayuda", destaca, agregando que ya iniciaron las gestiones para organizar una asociación internacional que incluye a locales de México, Perú y Ecuador.