Eyzaguirre delinea hoja de ruta de la reforma y critica visión de la derecha sobre lucro

SANTIAGO.- Tras sostener más de 30 reuniones en poco más de un mes con distintos actores de la educación, incluyendo a estudiantes, profesores, rectores y apoderados, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, delineó cuál será la hoja de ruta de su cartera para implementar la reforma educacional, aunque no entregó detalles específicos de cada una de las propuestas.

Eyzaguirre sostuvo "este ministerio ha escuchado y lo seguirá haciendo, porque en este diálogo hemos aprendido" y señaló que lo que viene ahora es "legislar para cambiar el paradigma de la educación, desde la educación entendida como un bien de consumo a un derecho social, donde la sociedad asegura que todos sus miembros recibirán lo mismo no importando su origen".

Para esto, el ministro confirmó que la primera parte de la reforma se enfocará en terminar con el lucro, el copago y la selección escolar, para lo que se enviará un proyecto de ley en los primeros cien días de gobierno. Sostuvo que esta legislación "sentará los cimientos de la calidad" en la educación, ya que "no será posible que la calidad germine en todas las escuelas de Chile si es que no partimos por nivelar, por arar toda la tierra para poder posteriormente lanzar la semilla".

En los primeros cien días también se enviará al Parlamento un proyecto de ley para regular la Educación Parvularia, ya que, según afirmó, "ha sido un sector desregulado por mucho tiempo". Aquí el eje será fortalecer la calidad y la fiscalización, junto con ampliar la cobertura.

En el corto plazo la cartera también elaborará una ley de "interventor provisional" que otorgue facultades al Estado para intervenir aquellas universidades que presenten problemas, con el fin de proteger el derecho a la educación de los estudiantes y evitar que se repitan el caso de la Universidad del Mar. "Hay investigaciones en curso (contra universidades) y queremos estar preparados en la eventualidad que alguna de estas universidades ameritara intervención", señaló el ministro.

En tanto, en el segundo semestre se enviarán al Parlamento las leyes para reformar la educación superior, que contemplan: un nuevo modelo de financiamiento basal para las universidades; un sistema más exigente de acreditación y aseguramiento de la calidad; la creación de una Superintendencia de Educación Superior, que tenga poder efectivo para fiscalizar el lucro; y la gratuidad, que llegará al 70% más vulnerable en los primeros cuatro años.

Sobre este último punto, Eyzaguirre confirmó que los estudiantes beneficiados podrán elegir libremente la institución en que deseen estudiar, estatal o privada, siempre que éstas cumplan exigencias de calidad y equidad. Esto se traduce en que deberán estar acreditadas y al menos el 20% de su matrícula deberá corresponder a estudiantes de los dos primeros quintiles. La gratuidad se concretará a través de aportes a las instituciones, incluyendo tanto universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica.

Para el segundo semestre también quedará el proyecto de ley de desmunicipalización de los establecimientos públicos, que pretende terminar con las "inequidades territoriales". Para esto se crearán servicios locales de administración descentralizados, donde la comunidad educativa y la ciudadanía van a tener participación.

El ministro también confirmó que están trabajando en la elaboración de una nueva Carrera Profesional Docente, aunque por el momento no confirmó si retirará del Congreso el proyecto sobre este tema enviado en el gobierno de Sebastián Piñera.

Pese a tener definido este cronograma, el ministro aseguró que el diálogo seguirá siendo la tónica de su administración y que éste "no ha concluido" con el movimiento estudiantil. "En lo que a la Confech se refiere, el diálogo no ha concluido, por cuanto todas las iniciativas legales del segundo semestre (en educación superior) continuarán siendo objeto de conversación con ellos", señaló.

Eyzaguirre también se refirió a la crítica de la Confech de que falta un "diseño" integral de la reforma educacional. Al respecto, señaló que "si nosotros tuviéramos el plano y la ingeniería de detalles no tendría ningún sentido dialogar, porque significaría que ya hemos decidido todo. El diálogo es precisamente el que nos permite ir generando mayor consenso y claridad respecto de cada uno de los detalles de la reforma", subrayó.

Habrá "periodo de adaptación" para terminar con selección en liceos emblemáticos

El ministro también cuestionó el rechazo que han expresado parlamentarios de la Alianza a la idea de terminar con el lucro y el copago en los colegios particulares subvencionados. "La sociedad occidental ha aceptado que en el caso de la educación, la provisión privada motivada por fines de lucro no es un buen aliado de una buena educación. Nosotros, desde el lado del progresismo, sí hemos entendido que el Estado tiene que retirarse de muchas actividades productivas, pero parece que la derecha no hubiera entendido que no puede retirarse de aquellas actividades que son un derecho social", subrayó.

En cuanto al copago, remarcó que éste no se permitirá en los colegios donde el Estado entregue recursos, ya que sólo "consagra la segregación". "Algunos han señalado que por qué habríamos de inhibir que las familias que quieran contribuir con recursos a una mejor educación de sus hijos no lo puedan hacer. Si las familias por sí mismas quieren pagar la educación de sus hijos (colegios particulares pagados), eso nosotros no se lo vamos a negar, pero sí tenemos toda posibilidad de declarar que donde todos los chilenos allegan recursos al Estado para que se nivelen las oportunidades educacionales, no lo vamos a estar haciendo consagrando el desnivel que ya existe", explicó.

El ministro también subrayó lo beneficioso que es, tanto para la sociedad como para el sistema educativo, terminar con la selección escolar. "La selección segrega y, al segregar, se produce un problema social, porque los chilenos no se conocen unos con otros, y es fundamental para el ejercicio de la ciudadanía que nos conozcamos todos con todos, los más aventajados con los menos aventajados, los de mejor condición socioeconómica con los más vulnerables. Pero además es un hecho empírico que los niños no sólo aprenden de sus profesores, sino también de sus pares, y si se deja a los alumnos más rezagados sólo con los más rezagados está perdiendo ese enorme potencial que tienen nuestros propios niños de ser maestros de sus compañeros", señaló.

Respecto de cómo se terminará con el proceso de selección de sus estudiantes que realizan los llamados liceos emblemáticos, como el Instituto Nacional, Eyzaguirre detalló que habrá un "periodo de adaptación". "Entendemos que estos colegios están acostumbrados a entregar un cierto contenido pedagógico a niños previamente seleccionados y, por tanto, no podemos del día uno al día dos decirle que va a dejar de seleccionar; entonces vamos a tener que dar un periodo de adaptación, pero sin duda alguna vamos a ir a un punto donde la selección, por criterios académicos, religiosos o de otra índole, no sea posible", afirmó.