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Peritaje descarta suicidio de acusado por crimen de Alice Meyer ocurrido en 1985

El análisis encargado en enero concluyó que Delfín Díaz Méndez murió por acción de terceros. Según el abogado querellante, en este caso hubo "un montaje para evitar que un juez siguiera investigando".

21 de Junio de 2014 | 11:26 | Por Andrea González Schmessane, Emol

SANTIAGO.- Delfín Díaz Méndez falleció producto de las lesiones recibidas por terceros y no por ahorcamiento tipo suicida.


Así lo establece un peritaje privado encargado en enero de este año por su hermana Brígida Díaz Méndez con la intención de acreditar que el joven que en 1985 fue sindicado como el autor material del crimen de la joven Alice Meyer, habría sido asesinado por cuatro detectives la madrugada del 26 de diciembre -dos semanas después del ataque a la deportista- y no por acción propia, como estableció entonces la Policía de Investigaciones y la autopsia de rigor realizada por el Servicio Médico Legal.


Dicho antecedente es uno de los principales elementos que sustentan el requerimiento presentado en la querella por el abogado Álvaro González para abrir un sumario tendiente a esclarecer la causa de muerte de Díaz que por estos días lleva adelante el ministro Mario Carroza tras acoger a trámite el libelo.


"Han aparecido antecedentes que prueban científicamente que Delfín Díaz no se colgó de un árbol por su propia voluntad porque eso era imposible", detalló a Emol el abogado González, agregando que el análisis privado -entregado en mayo pasado- descarta que su deceso haya tenido relación con un hecho de ahorcamiento de tipo suicida debido a que al momento de su muerte el joven -conocido por sus problemas de adicción a las drogas- se encontraba en estado de ebriedad.


"Los peritajes arrojan que él tenía 1,8 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que hace imposible que en su estado haya podido subir a un árbol de dos metros y medio", agregó el profesional.

Los hechos según la justicia


Según acreditó la justicia en ese entonces, Delfín Díaz asesinó a Alice Meyer Abel el 17 de diciembre de 1985 cuando ésta paseaba en su moto por los cerros del sector de Lo Barnechea para luego sustraerle algunos objetos de valor, entre ellos, su reloj, el mismo que portaba el día que fue hallado muerto.


Dicha tesis, explicó González, habría sido descartada desde un comienzo por Carabineros que tenía claro que el joven drogadicto "no había asesinado a Alice Meyer".


Por ello, el abogado entrega como antecedente en su querella -por los delitos de secuestro y homicidio calificado-, el contexto en que se desarrollaron los hechos y el conflicto permanente que ha existido entre ambas policías, estableciendo que personal de Carabineros filtró la noticia respecto a la existencia de testigos presenciales que sindicaban a Mario Santander Infante, un empresario de 30 años del mismo círculo social de Alice Meyer, como el autor del crimen de la joven.


Este último fue encausado y debió permanecer 19 meses en prisión como principal sospechoso del asesinato de la mujer, siendo absuelto en 1988 -en primera instancia- por la jueza a cargo del caso, Raquel Camposano, quien estimó que no existían antecedentes suficientes para acreditar su responsabilidad en la muerte de Alice Meyer.


El libelo, además, menciona las dificultades que tuvo el juez del 12° Juzgado del Crimen, Fernando Soto Arenas, para investigar la causa, siendo removido y reemplazado por la magistrado Camposano.


Consultado al respecto, González sólo se limitó a afirmar que "hubo un montaje procesal para evitar que un juez de la República siguiera investigando" y que existieron irregularidades en el desarrollo de los peritajes, que habrían sido modificados para establecer que en la muerte de Delfín Díaz no hubo participación de terceros.

Autores intelectuales y materiales


La querella en cuestión, ingresada el 28 de mayo pasado, sindica como autores intelectuales del crimen de Delfín Díaz al empresario Mario Santander Infante, a su padre Mario Santander García, al jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de entonces, Fernando Paredes Pizarro, y al fallecido abogado Sergio Miranda Carrington, quien asumió la defensa de Santander durante el proceso en su contra.


La acción judicial también atribuye responsabilidad en calidad de autor material del asesinato a los cuatro detectives que, de acuerdo a los antecedentes, arrestaron a Delfín Díaz la madrugada del 26 de diciembre en el local "El Pollo Chico" de Lo Barnechea.


Uno de ellos es Álvaro Mena Aliaga, quien declaró durante el proceso que finalmente fue sobreseído por la jueza Camposano.


Contactado por Emol, el detective que abandonó la institución en 2005, aseguró no estar al tanto de la reapertura de la causa, sin embargo, enfatizó su disposición a ayudar en la investigación que encabeza el ministro Carroza con objeto de esclarecer los hechos.

Asimismo, detalló que "fue un caso que transparentemente informamos en su momento", reafirmando que "estaba súper claro de que fue un suicidio porque habían muchos indicios de ello".


"Para nosotros ese fue un caso criminal casi común y espero que ahora todo se resuelva y salga a la luz la absoluta verdad", finalizó.

Otros dos policías, identificados como Luis Gilberto Opazo Quiroz y Fernando Lobos podrían ser citados a declarar si el magistrado acoge las diligencias solicitadas por la parte querellante.

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