Sacerdote expulsado tras acusaciones de abuso sexual: Los curas "no somos santos"

SANTIAGO.- "Esto ha sido un palo en la cabeza. Un palo que te desarma la vida", dijo el ahora ex sacerdote Daniel Pauvif Rojas al diario Las Últimas Noticias, luego de enterarse de su expulsión del estado clerical.

Pauvif fue alejado definitivamente de sus funciones como párroco por "actos gravemente contrarios a la santidad sacerdotal" y haber "lesionado gravemente la comunidad eclesial", según se destaca en el comunicado enviado por el Obispado de Copiapó, por órdenes del Vaticano.

El religioso estaba siendo investigado desde el 17 de septiembre de 2012, fecha en que el monseñor Gaspar Quintana decretó la medida para determinar la veracidad de las denuncias en su contra. Semanas más tarde fue suspendido de su ministerio y de sus labores en la parroquia Diego de Almagro, y se inició un procedimiento canónico formal que finalizó a mediados de 2013. Las actas de esta investigación fueron enviadas a la Santa Sede, la que recientemente concluyó que estaban "suficientemente probados" los cargos en su contra.

Daniel Pauvif Rojas manifestó a LUN que no le sorprendía la decisión que tomó la Iglesia, pero lamentó que "nunca hubo diálogo. El obispo (Quintana) nunca me miró a los ojos, siempre actuó por medio de terceros. Pero bueno, ellos tienen sus protocolos y ahí salen las reminiscencias de la Inquisición".

El otrora sacerdote no se quiso referir a los hechos que se le imputan, aunque advirtió que "los curas somos humanos, somos personas primero. Ahí es donde se entraban las cosas y uno de repente se pierde en ese mundo, digamos, tan especial. No somos santos parados y andando".

La expulsión de Pauvif fue informada junto a la de Casiano Rojas Viera, quien era investigado desde comienzos de 2012.

Se acuerdo al comunicado emitido por el Obispado de Copiapó, las pericias comprobaron que Rojas Viera realizó "conductas abusivas con mayores y con un menor de edad, además de otros delitos graves", mientras ejercía su ministerio.