Director de Educación Ocde: "Invertir más dinero en educación no va a mejorar la calidad"

SANTIAGO.- Con la participación del director de Educación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Andreas Schleicher se inauguró el seminario internacional "Reforma educacional: Reglas del juego para la inclusión y calidad" que trató temas como integración escolar, educación pública y profesión docente.

En la instancia, el estadístico y matemático alemán valoró la "ambición" de la reforma que impulsa el gobierno y aseguró que Chile "tiene una oportunidad no sólo para mejorar sino que para transformar la educación".  Sin embargo, en esa línea, afirmó que "invertir más dinero en educación no va a mejorar la calidad, sino cómo se distribuye, cuáles son las prioridades y selecciones correctas. Para mejorar el sistema se debe invertir los recursos de forma equitativa".

La subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, quien reemplazó al titular de la cartera excusado por problemas de salud, aseguró que "la reforma apunta a mover nuestro sistema a prácticas que son las mejores en otros países. Sistemas con alto niveles de colaboración desde la base, responsabilización de los actores, profesionalización, en donde la profesión docente es muy bien valorada".

Otra arista importante del debate fueron las habilidades de los alumnos. Para el experto, independientemente de la condición de vulnerabilidad de las personas, "todos los niños pueden tener éxito y aprender”.  En este sentido, señaló que la pobreza no debería ser un predictor del destino".

Para explicar dicha aseveración, dijo que "cuando les preguntamos a los alumnos sobre las razones que explican el éxito en matemáticas, a menudo en Chile indican que tiene que ver con el talento: si yo no he nacido un genio en matemáticas, entonces mejor estudio otra cosa. En Shanghai, 9 de cada 10 estudiantes afirman que su éxito en matemáticas depende de su propio esfuerzo. Esto nos dice algo acerca de los sistemas escolares", sostuvo.

"La educación es solo una parte de la ecuación. La otra parte es la convicción sobre las posibilidades de todos los niños de lograr buenos resultados", agregó al paso que reiteró que "hay una falta de responsabilidad de su aprendizaje (…) no sienten que pueden superar sus habilidades".

Como dato, Schleicher comentó que el 10% de los estudiantes más desfavorecidos en Shanghai supera al 10% de los estudiantes más privilegiados de Chile. Además, dijo que de acuerdo a los datos de Pisa los países que logran altos niveles de equidad son también los que son capaces de distribuir los recursos de manera más equitativa.

Sistemas exitosos

Respecto a los sistemas exitosos en educación que Chile quiere imitar, el experto sostuvo que se trata de países que apoyan a sus maestros para realizar innovaciones pedagógicas, para mejorar su propio desempeño y el de sus colegas, y para alcanzar un desarrollo profesional que lleve a una práctica educativa superior.

Sin embargo, afirmó, "no existe un sistema de educación exitoso con un sistema de educación público débil. De hecho, en Francia, Italia, Japón, México, Suiza y Estados Unidos, los estudiantes de las escuelas públicas lo hacen mejor que los de las escuelas privadas, y cualquier ventaja observada entre las escuelas privadas se debe exclusivamente a un efecto de composición".

Aquí, Quiroga, afirmó que "tenemos un sistema de educación pública que está cayendo a tasas aceleradas y el que desaparezca es un problema país".

Gratuidad

Sobre la gratuidad, Schleicher dijo que "nunca es gratis, alguien va a tener que pagar por eso. Y hay diferentes formas de compartir los costos de la educación, las familias, los individuos y el estado.Hay sistemas que sirven como ejemplo en Inglaterra o Australia, donde todos los estudiantes reciben un préstamo condicionado a sus ingresos, así tienen acceso al dinero sin riesgos y si ganan un buen sueldo durante su vida, devuelven una parte. Hay varias formas para generar recursos y hacer que eso sea asequible".

“Nosotros como gobierno estamos convencidos dado el contexto chileno, dado el nivel de desigualdad y en esta suerte de elites y círculos de poder que se van transfiriendo de generación en generación, necesitamos avanzar agresivamente en el buen sentido de la palabra hacia un sistema donde el proceso educacional no dependa de ninguna manera del nivel socioeconómico del cual las familias provengan. Eso no significa que la educación no cueste recursos. Estamos planteando que la educación superior no es un beneficio individual, si no que el país gana cuando tiene más profesionales y técnicos”, concluyó Quiroga.