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Santiago: Jueves 18 de abril del 2024 | Actualizado 09:40
Francisca Ceroni fue sobreseída de la causa por el crimen de un lactante de 3 días.
El MercurioSANTIAGO.- El Ministerio Público apeló a la resolución del Juzgado de Garantía de Quilpué que sobreseyó definitivamente a Francisca Ceroni, la joven artesana que acompañó a Ramón Castillo Gaete, autodenominado Antares de la Luz, durante sus últimos días de vida antes del suicidio y luego de conocerse el sacrificio de un lactante de 3 días que fue quemado en una hoguera.
Ello, para insistir en la condena de la mujer por estimar que la joven tuvo conocimiento del crimen y ayudó al líder de la agrupación a escapar a Perú luego que la policía fuera alertada del asesinato ocurrido en noviembre de 2012 en el Cerro Colliguay.
La acción judicial fue presentada por el fiscal del caso, Juan Emilio Gatica, el pasado 17 de noviembre, una semana después del fallo del tribunal que dejó libre de todos los cargos a Ceroni.
El recurso se suma al interpuesto por el Sename -querellante en la causa- con la intención de dejar sin efecto el fallo del tribunal de primera instancia.
Según estimó el juez de garantía, de acuerdo a los antecedentes de la causa a la joven no le cabría participación en el crimen del recién nacido, desestimando de esta manera el delito de homicidio calificado en calidad de encubridora que el imputó el ente persecutor penal.
La defensa de la mujer -encabezada por el abogado Carlos Palacios- había solicitado sobreseer a su representada luego que el tribunal rechazara un juicio abreviado para seis de los ocho imputados en la causa por tener la convicción respecto a la inocencia de Ceroni en los hechos ocurridos en el marco de un ritual de sanación ideado por Castillo Gaete.
Francisca Ceroni es la primera en ser liberada de todos los cargos investigados por el Ministerio Público y fue la última en ser formalizada por su presunta vinculación a la muerte del lactante bautizado con el nombre de Jesús.
Su participación en la secta
De acuerdo a los antecedentes incluidos en la carpeta investigativa, Francisca Ceroni era una de las personas más cercanas al Castillo e incluso, en diciembre de 2012 llegó hasta el cerro Colliguay donde Antares y sus seguidores se instalaron para esperar el fin del mundo con el objetivo de presenciar el día del juicio final.
En dicho lugar, la agrupación había improvisado un campamento donde desde el 1 de diciembre el "maestro" comenzó a beber ayahuasca dando a inicio a las ceremonias que a diario se realizaron hasta el 21 del mismo mes, rito en el que además todos debían vestir de color calipso.
El resto del grupo, inició la toma de ayahuasca el día 11, lo que provocó un estado de completa alteración de conciencia y voluntad.
Los antecedentes también establecieron que joven artesana mantuvo una relación con "Antares" desde que ella tenía 16 años, sin embargo, su participación en la secta no fue siempre constante.
Por lo mismo, cada vez que Ceroni aparecía en la comunidad, Castillo evitaba mantener contacto con el resto de las mujeres a las que había sometido, demostrando un cierto respeto hacia ella.
