Predicciones 2015: No será un año alegre para Chile, pero sí sanador

SANTIAGO.- Ante la inminente llegada de 2015, consultamos al tarotista, abogado, y escritor Jaime Hales sus percepciones respecto de lo que nos depara el próximo año.

¿Chile retomará las tasas de crecimiento económico? ¿Qué podría pasar con las reformas del Gobierno? ¿La Presidenta Michelle Bachelet volverá a ganarse el cariño ciudadano? ¿Quién de los presidenciables se consolidará?

Para hacer su análisis, el tarotista considera, en parte, las fechas simbólicas del país. "Chile nace en septiembre y hay un pronóstico de septiembre a septiembre. Además ponemos atención al inicio del año convencional (1 de enero) y al del año astrológico (21 de marzo)", explica. Las fechas de nacimiento de los personajes públicos también son tomadas en cuenta.

Según Hales, lo anterior le permite concluir que "el año no será alegre, pero será satisfactorio, sanador, expansivo, donde la sensación que quedará es entusiasmo para el tiempo que viene después. Lo más difícil será tomar decisiones. Se cierran dramas y dolores, porque se habla todo, se dice todo, se revelan verdades y la catarsis será sana y elevada".

"Se está gestando algo muy potente y que probablemente se expresará a fines del 2015, cuando como en un parto el país dé un grito en que se mezclan el dolor y el alivio, la pena y la esperanza", añade. Conozca acá el detalle de las predicciones para 2015.

-¿Para dónde irán Chile y el mundo?
"En 2015 las energías se ven impulsadas en direcciones, sentidos y velocidades imprevisibles. Habrá cambios en muchas áreas, movimientos inesperados, que irán adquiriendo sentido a medida que el año avanza. Surgirán grupos cuyos mensajes estarán centrados en el amor y la justicia para orientar las grandes decisiones en los países".

-¿Será un año tranquilo o habrá mayor conflicto social en Chile?
"Desde marzo habrá tensiones entre quienes insisten en imponer su voluntad y sus criterios y los que quieren construir espacios armónicos. Los países, las organizaciones internacionales y las personas viviremos tiempos de reorganización, de aprendizaje espiritual, de mayor apertura. Los movimientos sociales logran menos de lo que buscan. Tiempo de reacomodos internos, de búsquedas de nuevos objetivos. A fin del año los recuperarán su protagonismo, pero de un modo más moderado y prudente. Los temas espirituales, el trabajo interior, la construcción del sí mismo en relación con los otros, ocuparán mayor atención en el mundo. Se inicia el fin de la primacía del individualismo. En el corto plazo, es un cambio lento. En la dimensión de la historia, es una gran revolución".

-¿La economía nos dará un respiro?
"En el mundo habrá un mejor ambiente económico. Mayor estabilidad y solidez, claridad en los acuerdos y en las reglas internacionales de comercio. Contra los pronósticos, en Chile habrá mejoría en índices objetivos y subjetivos del nivel de calidad de vida. Las pequeñas empresas adquieren un mayor desarrollo"

-¿Hacia dónde se mueven la política y la sociedad chilena?
"Chile ha entrado en una fase de cambios: nuevos ritmos, intenciones diferentes, enfoques contrapuestos que se esfuerzan por tomar el control de los acontecimientos. Esos intentos fracasarán ante hechos inesperados y procesos que nadie ha previsto. Seguiremos como en 2014, porque la señal más significativa hasta marzo o abril es la inmadurez crónica de los actores sociales y políticos. Habrá agitación en los movimientos y partidos políticos, cambios en las dirigencias. Más ansiedad por mantenerse en el poder que por el destino de un proyecto político y social. Bachelet sigue convencida de que lo está haciendo bien y de que debe dejar su nombre inscrito en la historia por sentar las bases de un proceso de transformaciones con profundidad y continuidad histórica".

-¿Ante ese escenario, qué aconseja al mundo político?
"Prudencia, moderación y recordar que más vale callar que hablar excesivamente. Rumores emporcarán las relaciones en el primer semestre. La oposición será implacable, dura. Las miradas son extremas: el triunfo, la integración, la culminación positiva de procesos, por un lado y el silencio, el secreto, por otro. Se revelarán planes no reconocidos hasta ahora, maquinaciones, manipulación de las decisiones políticas, maniobras para someter al gobierno a su voluntad. Se masculiniza el debate político con figuras que pasan a ocupar papeles de mucha importancia y obligan a las mujeres más destacadas a pasar a segundo plano, aunque ellas seguirán manejando los hilos del poder tras bambalinas".

-Y al gobierno y a la Presidenta Bachelet, ¿qué le espera?
"El gobierno se ve bloqueado en sus acciones y propuestas. Se hace necesario repensar el modo de gobernar, las relaciones con el mundo político y la sociedad: dialogar, recuperar la capacidad de encantar con las ideas y de enamorar a la ciudadanía".

-¿Qué pasa con la oposición?
"Mucho movimiento: la orden es seducir, pero algunos prefiere gritar y denunciar. Hay dos oposiciones: una política abierta y otra oculta que busca estremecer las bases de sustentación del gobierno".

-Y la Nueva Mayoría, ¿tiene "fecha de vencimiento" como sostienen algunos?
"En la Nueva Mayoría las cosas no serán fáciles. Muchos problemas internos en todos los frentes. Es necesario que ponga atención a sus procesos de comunicaciones tanto internos como externos. ¡Atentos a las traiciones! Incluso puede ser el momento en que mueran o se retiren algunos líderes. No hay vecha de vencimiento".

-¿Cómo se ve el escenario para los que quieren gobernar en el futuro? ¿Qué le dicen estos nombres: Sebastián Piñera, Manuel José Ossandón, Andrés Velasco, Marco Enríquez-Ominami, Rodrigo Peñailillo?
"Piñera y Velasco pertenecen al grupo de personas que son 'poco confiables'. Ese fue el principal problema (del ex Mandatario) en su gobierno y es lo que le pasa al líder liberal. El ex Presidente tendrá protagonismo y será un año particularmente interesante en sus intervenciones públicas. Terminará el año sintiéndose un triunfador, lo que es más una actitud que una verdad. Velasco, por su parte, logrará mantenerse en la palestra. Son procesos cíclicos de luz y sombras, seguirá liderando un sector liberal".

¿Y los demás?
"Peñailillo es un solitario, de profundas convicciones y poco liderazgo, viviendo exigido de todos, pero no haciendo caso a nadie. Se siente libre, mira el futuro sin necesidad de tomar decisiones. Vive lo que tiene que vivir. Ossandón es lo contrario: un líder, un padre para sus seguidores, un gran comunicador, confiable, sólido. En 2015 estará en su momento más alto y si bien puede pretender la presidencia, deberá luchar con rivales extremadamente duros. ME-O es un hombre inteligente y su función en la sociedad ha sido despertar conciencias y agitar el ambiente, lo que ha hecho muy bien. Este año ha estado en todo, pero desde mediados de 2015 empezará a enfrentar contradicciones y dificultades. Su partido comienza a adquirir personalidad propia".

-¿Qué pasa con La Haya y el litigio entre Chile y Bolivia?
"Las relaciones internacionales no son tan auspiciosas. Se acrecienta el discurso belicista y los partidarios de la paz y del desarme en Chile tendrán un retroceso. Actitudes prepotentes tal vez exijan cambios en la conducción de la diplomacia o de personeros claves. Lo más probable es que el caso con Bolivia permanezca inmovilizado".

-¿La Tierra nos dará otro año sin grandes catástrofes naturales?
"Se mantiene la tendencia de los dos últimos años: no hay daños a personas en las expresiones de la naturaleza. El año debiera ser más equilibrado en cuanto a las lluvias y el sol. La sequía entra en retirada, llueve cuando debe llover y no hace más calor del que corresponde. Comienza a vivirse un proceso de reordenamiento estacional que tendrá su punto más alto en unos años más. No será un año de cataclismos".

-¿La Copa América: gran sorpresa o decepción para Chile?
"Chile hará un gran papel en el campeonato sudamericano, aunque lo más probable es que no gane el título. Nada me gustaría más que equivocarme es esto. En lo local, seguirá la primacía de la U y de Colo Colo. Se salva Cobreloa".