SANTIAGO.- Dos disparos contra un joven y promisorio economista, pasadas las 8 de la mañana del 4 de noviembre de 2008 en la calle Seminario de Providencia, fueron el inicio de uno de los casos policiales más escalofriantes y llamativos de la década.
La joven víctima era Diego Schmidt-Hebbel Niehaus y su agresor, José Ruz Rodríguez, quien según su confesión había sido contratado por la arquitecta María del Pilar Pérez López para eliminar al padre de la novia del economista, Agustín Molina, quien además era su cuñado.
Al ser detenida, Pilar Pérez ingirió una sobredosis de fármacos, por lo que debió ser trasladada hasta el servicio de urgencia del Hospital del Salvador.
A medida que pasaba el tiempo se fue desenredando la madeja del caso "La Quintrala" y sus supuestos asesinatos por encargo en la comuna de Providencia.
Los fiscales Carlos Gajardo y Vinko Fodich formalizaron cargos por el delito de robo con homicidio en contra de Pérez y su sicario; él en calidad de autor material y ella como autora mediata del crimen de Schmidt-Hebbel.
Durante los interrogatorios Ruz sumó otra confesión que sorprendió a los investigadores de la Brigada de Homicidios Metropolitana y al fiscal Oriente Patricio Caroca que indagaba los asesinatos a sangre fría del arquitecto Francisco Zamorano Marfull y su pareja homosexual, Héctor Arévalo, en el departamento que ambos habitaban en la calle José Manuel Infante, el 23 de abril de 2008.
El sicario confesó ser el asesino de la pareja, mandatado por Pérez, quien en una declaración a la PDI negó cualquier vínculo con el hecho.
Ambos nuevamente fueron formalizados el 10 de diciembre de 2008. Ruz fue imputado por doble homicidio calificado y la arquitecta por parricidio y homicidio calificado.
Las indagaciones en torno a la vida de Pilar Pérez desembocaron en una nueva formalización, ésta vez por una agresión en contra de su nuera Monserrat Hernando.
A raíz de lo anterior su familia cortó definitivamente las relaciones con ella al punto que su propia madre se querelló en su contra, lo que se sumó al repudio de sus hijos y la demanda de los padres de Diego Schmidt-Hebbel.
Una vez recluida en el Centro Penitenciario femenino, la mujer intentó suicidarse con una horca hecha con cordones, toallas y sábanas en un baño del recinto penal. Fue sometida a exámenes siquiátricos, cuyos resultados arrojaron que presenta rasgos sicopáticos, lo que no le impide ser parte de un juicio oral.
Durante el proceso sus antiguos defensores renunciaron por incompatibilidad de intereses y la mujer llegó a cobrar hasta $15 millones por entrevista.
El juicio comienza este jueves en el Tercer Tribunal Oral en Lo Penal, integrado por los magistrados Alejandro Aguilar, Doris Ocampo, Patricia González e Isabel Mallada. Se espera que el juicio oral dure alrededor de dos meses.
Los fiscales ya anunciaron que presentarán más de 100 testigos, 50 peritos y unas 200 pruebas documentales para conseguir los 83 años de presidio efectivo que solicitaron para María del Pilar Pérez y los 80 años para su sicario José Ruz.
En la antesala de la primera audiencia, la principal imputada, conocida como "La Quintrala", clamó inocencia total.
"Espero el juicio con mucha paz interior y plena confianza en la justicia... Desde un comienzo he sostenido mi inocencia... Si hay otras personas responsables y motivadas por la codicia, es algo que la justicia deberá responder... Sé que mis hijos y mi familia declararán en mi contra, pero entiendo que se han dejado llevar por lo que la fiscalía les ha hecho creer", sostuvo Pérez en una entrevista que hoy publica Las Últimas Noticias.
Su defensor, Mario Palma, dejó abierta la posibilidad de que la mujer declare, aunque es poco probable que lo haga.
El primer alegato estará a cargo del fiscal Rodrigo Lazo, quien se alejará un poco del planteamiento técnico y definirá el caso como una "historia de terror", en la que existen villanos y víctimas.
Mientras, el abogado de Ruz, Boris Hrzic, centrará su descargo en desvirtuar los relatos de testigos, específicamente en relación al doble homicidio de Zamorano y Arévalo. "Abogará por una discusión de derecho, entrando a cuestionar aspectos de credibilidad de los relatos de varios de los testigos", dijeron en la Defensoría Penal. Se prevé que el imputado no declarará en el primer día, pero podría hacerlo en otra fase del proceso.
Para hoy está contemplado que declare el primer testigo de la fiscalía, el cual sería una persona con antecedentes sobre el homicidio de Schmidt-Hebbel.