Italia, a la cola de las economías avanzadas en Internet

ROMA.- Los anuncios de tecnología de Internet sin cables son omnipresentes en la televisión italiana, pero los altos precios y la escasez de oferta de tarifas planas mantiene a Italia como la economía avanzada menos integrada en la red.

Al menos esto es lo que se extrae de los datos proporcionados por la Sociedad de Internet italiana ISOC, que, según explicó a Efe, constata en Italia una falta de confianza en la transición hacia la economía online.

Los italianos, un pueblo enganchado al “telefonino,” llenan todos los días las tiendas de los proveedores de telefonía móvil en la lujosa Vía del Corso romana, que también venden acceso a Internet.

Sin embargo, están mucho más interesados en cambiar de celular o comprarse el iPhone que en hacerse con una buena conexión a Internet.

Los datos no engañan: los datos del Eurostat apuntaban en 2005 que el 72 por ciento de los italianos no tenía acceso a Internet.

Es cierto que en estos tres años Italia ha dado un gran empujón a las nuevas tecnologías de la información, pero sigue siendo uno de los países avanzados con una menor penetración de la banda ancha, a causa de la falta de falta de infraestructuras y normativas adecuadas.

La ISOC comenta que el esfuerzo de los últimos años ha dado frutos y que en ocho años Italia ha experimentado “un crecimiento del 162,9 por ciento” en el acceso a Internet.

Sin embargo, la economía contemporánea ya no se conforma simplemente con un amplio acceso a Internet y exige una conexión con banda ancha que permita el establecimiento de todo un sector económico en la red.

Además están otros factores, como el alto precio del acceso a Internet, la desconfianza hacia el comercio online o el hecho de que los bancos tarden habitualmente varios días en hacer llegar a una cuenta el dinero de una transferencia internacional realizada por Internet.

Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que agrupa a treinta principales economías del mundo, el número de hogares italianos con acceso a la banda ancha en 2007 era del 25 por ciento, sólo mayor que en Grecia, México y Turquía.

En España, Francia y Alemania era del 39 por ciento, 43 por ciento y 50 por ciento, respectivamente.

ISOC culpa de los altos precios de la conexión al “monopolio de Telecom,” que con su marca TIM gestiona gran parte del mercado, y a la “falta de inversiones adecuadas”.

El precio de la banda ancha de TIM, una empresa participada por Telefónica que ofrece un remedo de tarifa plana, es de 35 euros por 400 horas al mes, al que hay que añadir algunos costes de activación del servicio.

Y además la velocidad no es muy alta.

Su competidora Vodafone ha introducido en el mercado una oferta de tarifa plana por 30 euros al mes y existen otras compañías como Infostrada o Tiscali con precios más asequibles.

Sin embargo, estos precios siguen siendo más altos que en otros países de la Unión Europea, que además ofrecen normalmente mayor velocidad.

Este problema es más acusado en el sur de Italia que en el desarrollado norte industrial.
Por eso Vodafone Italia ha preparado un proyecto para reducir la brecha digital que retrasa al Mezzogiorno, como se conoce en este país a las regiones del sur.

El plan consiste en proporcionar cobertura a un Ayuntamiento cada mes empleando las tecnologías de Internet sin cables, que en Italia se conocen como la “chiavetta,” un pequeño accesorio que se enchufa al puerto USB del ordenador con velocidades comparables al ADSL y la misión de llevar a Italia al lugar que le corresponde en Internet.