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Osamenta arqueológica arroja indicios sobre origen de los habitantes americanos

Esta hipótesis se basa en una reconstrucción científica de la fisonomía de una mujer, a partir de uno de los esqueletos humanos más antiguos encontrados en el continente.

23 de Julio de 2010 | 10:08 | AP
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EFE.
CIUDAD DE MÉXICO.- Una reconstrucción científica de la fisonomía de una mujer, a partir de uno de los esqueletos humanos más antiguos encontrados en el continente americano, arroja nuevos indicios sobre el posible origen de los primeros habitantes del hemisferio, dijeron el jueves investigadores.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México difundió las fotografías de la fisonomía reconstruida del cuerpo de una mujer que vivió hace 10.000 y 12.000 años en la costa del Caribe mexicano.

Por mucho tiempo, los antropólogos han considerado que los humanos emigraron al continente americano durante un periodo relativamente corto desde el noreste de Asia por un corredor temporal de tierra que se abrió en el estrecho de Bering.

Sin embargo, el arqueólogo gubernamental Alejandro Terrazas afirmó que el panorama se ha complicado debido a que el rostro reconstruido de la mujer semeja más al de los habitantes de zonas del sureste de Asia como Indonesia.

"La historia no es así de sencilla", dijo Terrazas. "Esto indica que el continente americano fue poblado con varios movimientos migratorios, no solamente a partir de una o dos oleadas procedentes del norte de Asia a través del estrecho de Bering, como refiere una de las teorías más divulgadas", agregó.

"La mujer de las Palmas", como se le conoce, recibió ese nombre por la cueva inundada donde se ubicaron los huesos cerca de la localidad caribeña turística de Tulum.

Los restos fueron recuperados en el 2002 después de que buzos los descubrieran. En una de las fotos de la fisonomía reconstruida en tercera dimensión, la mujer tiene baja estatura, ojos llenos de vida y pelo ligeramente gris.

Debido a que las aguas inundaron la cueva donde murió o fue colocada después de su muerte, el esqueleto se conservó 90% intacto.

Arqueólogos y antropólogos físonómicos establecieron que la mujer murió cuando tenía entre 44 y 50 años, medía 1,52 metros (cinco pies) y pesaba unos 58 kilogramos (128 libras).

Tras tomar algunas medidas, los expertos lograron calcular los músculos y otros tejidos que cubrían la cara de la mujer.

Las medidas sirvieron de guía para que expertos en modelaje paleoantropológico completaran la reconstrucción fisonómica de la mujer en el establecimiento de Atelier Daynes, en París.

Conforme al modelo, la mujer era baja y robusta, de cara ancha, pómulos prominentes, labios delgados y escaso pliegue epicántico que caracteriza a los ojos de numerosas poblaciones modernas de Asia.

En el modelo, la mujer está vestida con una túnica tejida que le cubre hasta las rodillas.

"Su estructura corporal, piel y ojos es semejante al de las poblaciones del sureste asiático", dijo el INAH en un comunicado.
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