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Estudio afirma que la orden "mujeres y niños primero" no se cumple en accidentes marítimos

La vieja historia del Titanic parece ser la excepción a una estadística decidora: los hombres sobreviven a los naufragios en una tasa que dobla al porcentaje de las mujeres.

11 de Agosto de 2012 | 11:04 | AP
SANTIAGO.- A medida que el Titanic comenzaba a hundirse en las primeras horas del 15 de abril de 1912, el capitán de la nave ordenó que las mujeres y los niños usaran primero los botes salvavidas. Finalmente, él se sumergió a las aguas junto a la embarcación.

Aquella orden ha sido por mucho tiempo considerada como un ejemplo de caballerosidad moderna, una ley no escrita del mar. Pero un nuevo estudio de registros históricos sugiere que en caso de desastres marítimos, "cada hombre por sí solo" es la verdadera regla que se aplica, y que las mujeres y los niños mueren en tasas significativamente más altas que pasajeros hombres y miembros de la tripulación.

Dos investigadores en la Universidad de Uppsala en Suecia, examinaron los registros de 18 accidentes marítimos desde 1852 a 2011, que involucraban a unos 15.000 pasajeros y tripulantes.

Seleccionaron los accidentes en los que había un completo registro de los sobrevivientes y fallecidos, en número y género, y limitaron su muestra a accidentes que involucraban al menos a 100 personas y en los que por lo bajo un 5% murió o un 5% logró salvar con vida.

Sus hallazgos sugieren que los eventos en el Titanic, donde un 20% de hombres y un 70% de mujeres y niños lograron sobrevivir para contar la historia, fueron bastante inusuales, sino más bien únicos.

El Titanic y el Lusitania, un barco de pasajeros que fue torpedeado por un submarino alemán el 7 de mayo de 1915, sumó casi un cuarto de todas las muertes que fueron parte del estudio. Así que los investigadores realizaron cálculos con y sin aquellas dos naves, para evitar una inclinación estadística. Entre los casi 2.000 pasajeros y tripulantes del Lusitania, hubo poca diferencia entre tasas de sobrevivencia entre hombres y mujeres (37,1% de mujeres y 40% de hombres).

En los otros 16 accidentes examinados, las mujeres sólo sobrevivieron en un mayor porcentaje que los hombres en un caso: el hundimiento de la nave británica Birkenhead en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 1852.

En cinco de los desastres, no hubo diferencia reconocible en las tasas entre hombres y mujeres. En 10 de ellos, los hombres sobrevivieron en porcentajes significativamente mayores. En total, las mujeres lo hicieron casi la mitad que los hombres: 17,9% de ellas sobrevivieron, comparado con el 34,6% que registran los varones.

Los miembros de las tripulaciones en problemas fueron aparentemente bastante serviciales... pero con ellos mismos. Comparados con los pasajeros, hubo un 18,7% más de probabilidades de que sobrevivieran, según los investigadores. En el caso de los niños las cifras son peores: de 621 en los barcos, sólo 95 (15,3%) lograron sobrevivir.

El estudio, que fue publicado la semana pasada en "Proceedings of the National Academy of Sciences", cuestiona que realmente se esté practicando aquella norma valórica del mar en que el capitán ordena que en caso de accidente, "mujeres y niños" están primero.

En dos de los 18 casos, accidentes ocurridos el 2008 y 2011 por problemas climáticos, nadie sabe si el capitán dio aquella orden, pero en 11 de los 16 hundimientos restantes se sabe que no fue así. Cuando el capitán sí dio la orden, fue bastante útil, ya que la la tasa de supervivencia de las mujeres en esos barcos fue un 9,6% más alta que en los restantes casos analizados.

Aún así, el descubrimiento sugiere que cuando los hombres permiten a las mujeres salir primero, puede ser más un acto de caballerosidad que la respuesta a una orden impuesta por alguien en una posición de autoridad. Algunos sugieren que la cortesía en el mar es una característica que marca a los británicos y que sus embarcaciones son herederas de esa tradición. Pero incluso contando al Titanic y el Lusitania, la tasa de supervivencia de mujeres en los ocho barcos británicos estudiados fue notablemente más baja que naves de otras banderas, y las mujeres murieron mayoritariamente haya sido dada o no la orden de "mujeres y niños primero".

"El estudio sugiere que no hay una tradición británica particular de mujeres y niños primero", afirma Lucy Delap, profesora de historia británica en Cambridge, que no estuvo involucrada en el estudio. "No, en realidad las mujeres tienen menos chances de sobrevivir en barcos británicos, sin contar el Titanic", añade.

El Titanic, explica, "se ha transformado en una presencia mítica en los naufragios". "Pese a que la gente dice que ilustra la regla no escrita del mar, en realidad no está ilustrando nada", dice Delap.

Pese a los hallazgos, uno de los autores del estudio, Oscar Erixson, estudiante de doctorado en Uppsala, no estaba en posición para condenar el comportamiento de los hombres, británicos o de otras nacionalidades.

"Podría decirse que los hombres actuaron mal, pero es difícil poder decir cómo lo hicieron las mujeres", afirma. "No hemos estudiado el comportamiento individual. Las mujeres pudieron actuar igual de mal, pero no tuvieron éxito contra una competencia más fuerte", explica. Podría ser, según Erixson, que el tema no es el comportamiento de hombres o mujeres, sino que de los humanos en general.

"Los sobrevivientes podrían sentirse mal si los acusamos de actuar de forma egoísta", afirma, "pero el querer cuidarse a sí mismo en vez de otros, puede ser un comportamiento normal para todos los seres humanos", afirma.
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