RIO DE JANEIRO.- La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tomó conocimiento de todas las denuncias contra el entrenador Wanderley Luxemburgo pero lo mantendrá en su puesto mientras no se presenten pruebas concretas, dijo este lunes el presidente de esa entidad, Ricardo Teixeira.
Luxemburgo fue acusado por una ex secretaria, la abogada Renata Alves, de utilizarla para hacer compras en remates judiciales sin declarar impuestos y de recibir comisiones por la transferencia de futbolistas, cargos que el entrenador niega de plano.
Con la parquedad que lo caracteriza, Teixeira se limitó a comentar que "cabe a la acusación presentar la prueba", dejando en claro que para la CBF el entrenador Luxemburgo no debería preocuparse en tratar de demostrar su inocencia.
No obstante, Teixeira sostuvo que aguardará que la abogada Alves presente las pruebas de la participación de Luxemburgo en el delito de tráfico de influencias y sólo entonces analizará su permanencia o no al frente del seleccionado brasileño.
"Si nada resulta comprobado, su trabajo seguirá normalmente hasta la Copa del Mundo de 2002", apuntó Teixeira, quien agregó que no estaba preocupado por los problemas de Luxemburgo y las denuncias de evasión fiscal, ya que en su opinión constituye una situación "común en Brasil".
