BERLÍN.- Los dieciocho anfitriones de la Copa del Mundo, cuya nueva edición arranca mañana en Munich con el partido entre el local Alemania y Costa Rica, saldaron favorablemente sus respectivos estrenos y ninguno de ellos perdió el primer día.
Este es un dato absolutamente desalentador para el equipo nacional de Costa Rica, que intentará convertirse en la primera selección de la historia que derrota al anfitrión de un Campeonato del Mundo, en su estreno mundialista.
Hasta el momento, los dieciocho organizadores de este gran evento (en la última cita fueron Corea y Japón) han debutado en sus respectivos torneos con trece victorias y cinco empates: sólo fallaron ante su público el primer día, Japón (2-2, ante Bélgica en 2002), Estados Unidos (1-1, ante Suiza en 1994), España (1-1, ante Honduras en 1982), México (0-0, ante URSS en 1970) e Inglaterra (0-0, ante Uruguay en 1966).
Y un dato aún más curioso: a partir de 1962 un partido inaugural de la Copa Mundial no se resuelve por más de un gol de ventaja. Desde que Chile abriera su Mundial, hace ahora 44 años, con una victoria por 3-1 sobre Suiza, veinte selecciones han intentado, sin ningún éxito, ganar de manera holgada en el pistoletazo inicial de un Campeonato del Mundo.
De hecho, en los diez últimos encuentros inaugurales sólo se han marcado nueve goles y hasta doce de las selecciones protagonistas en los mismos tuvieron que abandonar el terreno de juego con la pólvora completamente mojada.
Tras Chile’62, el primer partido mundialista se ha cerrado con cinco empates, cuatro de ellos sin goles, y con cinco victorias mínimas. El único que produjo más de dos goles fue el de 1998, Brasil contra Escocia (2-1).
Además, curiosamente, desde que en 1974 el campeón vigente debía abrir el torneo, sólo Alemania (1994) y Brasil (1998) han podido hacer valer su ley ante rivales ciertamente inferiores.
Quien no querrá volver a abrir un mundial es, sin duda, la selección de México. Los aztecas ya han participado cuatro veces en el primer partido, encajando las tres goleadas más escandalosas jamás producidas en este tipo de choques: 4-1 ante Francia, en 1930, 4-0 ante Brasil, en 1950 y 3-0 ante Suecia, en 1958. Sólo en 1970, y ante su público, maquillaron esta lamentable serie con un empate sin goles ante la Unión Soviética.
Aquel 31 de mayo de 1970 fue, precisamente, el último día en el que un país anfitrión disputaba el partido inaugural, costumbre que recuperará Alemania mañana, cuando el balón empiece a rodar en el FIFA World Cup Stadium de Munich. Comienza la fiesta del fútbol.